El Rectorado de la Universidad de A Coruña envió ayer un comunicado a todos los profesores y empleados en el que acusó a la Xunta de incumplir el plan de financiación de las universidades para el periodo 2012-2015 al aplicar de forma incorrecta los porcentajes establecidos para financiar los costes estructurales, por lo que afirmó: "Se nos pide lo mismo pero se financia menos". Tras el Consello de Goberno celebrado el pasado martes, en el que se analizó la delicada situación económica de la Universidad, el rector, Xosé Luís Armesto anunció la presentación el pasado lunes de un nuevo recurso contencioso-administrativo con el que reclama a la Xunta 8,7 millones de euros que a su juicio le corresponden, de acuerdo con lo establecido en el plan de financiación.

El Rectorado aclaró ayer sin embargo que no se trata de un nuevo recurso, sino del que ya se había presentado el pasado mes de enero. Según su versión, el Gobierno autonómico envió incompleta la documentación necesaria para analizar la iniciativa de la Universidad y fue tras recibirla cuando se amplió la reclamación económica, que antes era de 2,8 millones sobre los fondos del plan de financiación.

A esta cantidad se suma un millón de euros que el Rectorado solicitaba para abonar la paga extra de 2012 que fue suprimida por el Gobierno central y que la Universidad debe abonar a sus funcionarios a causa de varias sentencias. La Xunta rechazó hacerse cargo de esta suma y los tribunales desestimaron finalmente el recurso planteado por el equipo rectoral.

La discrepancia del Rectorado sobre la aplicación de los indicadores del plan de financiación se basa en que para 2012 se había fijado un porcentaje del 5% que se cumplió, pero que a partir de entonces aplicó los porcentajes acordados inicialmente "a las cantidades totales acumuladas hasta el año anterior". De este modo, si en 2013 el acuerdo fue el 10%, finalmente fue el 14,5%, mientras que del 15% se pasó al 27,3% en 2014 y este año el porcentaje previsto del 20% saltó hasta el 41,8% según el Rectorado.

Los responsables de la Universidad recordaron ayer que en su día votaron en contra del plan de financiación al considerarlo "lesivo" para A Coruña y se pronunciaron a favor de que el próximo corrija "el déficit histórico" que a su juicio padece A Coruña. También aseguraron que durante la última década aplicaron una política de "contención de gasto y máximo ahorro", al tiempo que destacaron que la institución carece de deuda financiera, por lo que entienden que el problema es "de ingreso, no de gasto".

La falta de liquidez que padece la Universidad en este momento y la acumulación de facturas impagadas en los últimos meses llevó al Rectorado el pasado 17 de junio a suspender temporalmente la realización de nuevos gastos corrientes. Las medidas adoptadas tienen por objetivo "lograr el reequilibrio del presupuesto y de los flujos de tesorería", según el equipo de gobierno, que pretende así garantizar los pagos a proveedores, a quienes se llegó a adeudar hasta cinco millones de euros, de los que se abonaron ya 900.000 euros, según se anunció el martes.

El Rectorado detalló ayer que la financiación que recibe de la Xunta para ese tipo de gastos procede de unos fondos establecidos por criterios históricos y por unos indicadores y que suponen "el porcentaje más bajo de financiación" de esta universidad, ya que la que se recibe por los resultados académicos es "sensiblemente mejor", aunque con ella no se puede atender al pago de las nóminas ni al gasto corriente.

Para el equipo rectoral, la reestructuración del presupuesto que lleva a cabo en este momento establece como prioridades el mantenimiento de la plantilla de la Universidad, tanto de docentes como de personal de administración y servicios, así como de las ayudas a los estudiantes.