Cuando en 2006 Busquets hizo público su proyecto, al que bautizó como La nueva ciudad marítima en el puerto, los muelles que aparecían como objeto de la transformación urbanística eran los de la Batería, Calvo Sotelo, Este, San Diego, Centenario y el petrolero. Pero poco después, la Autoridad Portuaria corrigió los planes del urbanista y excluyó de esta iniciativa al Centenario y al del Este, al considerar que son indispensables para la continuidad de la actividad comercial en el interior de la bahía.

La presentación de solicitudes de ampliación de las concesiones en estos muelles no hace sino confirmar la intención del Puerto, que transmitió ya a Madrid las peticiones presentadas por Terminales Marítimos de Galicia, Ceferino Nogueira y Galigrain para prolongar su estancia en el Centenario y de Terminales Marítimos de Galicia para hacerlo en el del Este. Esas empresas figuran entre las que generan un mayor tráfico de mercancías en A Coruña, por lo que su permanencia es vital para el puerto interior. Busquets preveía convertir el muelle del Centenario en un espacio verde sin edificaciones residenciales y en el que el papel del agua sería fundamental, lo que impediría obtener un beneficio de su venta para financiar Langosteira.