La Federación Gallega de Fútbol ha paralizado la construcción de su nueva sede, proyectada en la zona de Visma y que aún no ha comenzado, debido a la reclamación de una empresa que denuncia "irregularidades" en la adjudicación, realizada por la anterior junta directiva, que presidía el alcalde socialista de Cerceda José García Liñares. Esta decisión, según la institución, no tiene que ver con el posible cambio de la sede de A Coruña a Santiago, que decidirá la "mayoría" de los clubes y que plantea la nueva directiva, encabezada por el expresidente de la Diputación de Pontevedra Rafael Louzán, del Partido Popular.

El actual equipo de dirección, formado tras las elecciones del pasado diciembre, recibió una reclamación por parte de la adjudicataria inicial del proyecto, después de que la obra le fuera encargado a otra empresa de una forma que la empresa denunciante considera "irregular". Según fuentes de la federación, la dirección ha decidido paralizar la obra hasta que el asunto se resuelva.

Louzán, aún diputado provincial en Pontevedra, criticó durante la campaña electoral por la Presidencia de la federación la "faraónica" obra para construir una nueva sede y dos campos de fútbol en Visma, realizada a través de un convenio firmado con el Concello de A Coruña, aunque prometió mantener al menos la construcción de los campos deportivos. El político popular también abrió las puertas a trasladar las oficinas centrales de la federación, tradicionalmente ubicadas en A Coruña, a Santiago. Según la federación, el debate sobre el traslado de la sede "está sobre la mesa", pero no se resolverá por decisión de la directiva, sino que se seguirá el criterio mayoritario de los clubes gallegos.

La federación ha decidido también introducir reformas en los dos campos de fútbol que ya está construyendo en Visma para uso de los clubes de la ciudad, ya que el proyecto inicial, encargado por la anterior directiva, es "un auténtico despropósito" con "importantes deficiencias" en el proyecto y la realización de la obra.

Según la federación, las gradas carecen de cubiertas y se detectaron problemas en los accesos de los jugadores al campo, el ancho de los escalones y el acceso de las personas mayores y con problemas de movilidad. Además, existe una línea de alta tensión que pasa sobre los terrenos, de propiedad municipal. La federación ha remitido una carta al Ayuntamiento para que solucione este problema.

Las modificaciones no supondrán un incremento en el coste final de la obra, ya que son "detalles", y quedarán amparadas en la desviación al alza del 10% que se produjo con la anterior junta directiva. Aunque la federación admite que podría alargarse el plazo de ejecución, señala que no se prolongará "en exceso", y señala que su prioridad es no entregar una obra deficiente. Cuando los campos estén finalizados pasarán a ser administrados por el Concello.