Aeropuertos Españoles y Navegación Aérea (AENA), la empresa semipública encargada de la gestión de las terminales aéreas españolas, acaba de sacar a concurso el servicio de control de las aves que sobrevuelan los cielos de Alvedro por un total de 64.000 euros. El servicio es indispensable para evitar las colisiones con bandadas de pájaros de los aviones que hacen uso de la pista.

El contrato durará un año, con posibilidad de prorrogarse otro, y obligará a la empresa adjudicataria a una serie de compromisos, más allá de impedir la entrada de animales en el espacio aéreo de la terminal. La concesionaria tendrá que desarrollar un trabajo de identificación de las especies que habitan en Alvedro y su entorno, determinando para cada una el hábitat que ocupa, su densidad de población, comportamiento o razón de su presencia allí. También deberán detectar los flujos de aves que atraviesan el aeropuerto, su origen y destino, realizar mensualmente un itinerario ya definido por AENA para mantener un censo actualizado de las aves de la zona.

El servicio deberá ser presentado desde el amanecer hasta el ocaso, diariamente y también festivos. Al margen de este horario, la empresa deberá intervenir en un plazo máximo de 15 minutos en caso de que haya algún tipo de incidencia que requiera de su actuación. Más allá de la identificación de animales voladores, los técnicos de la empresa deberá localizar los posibles focos -vertederos, explotaciones agrícolas o charcos- que atraen en las inmediaciones de la terminal a las aves.

Pero ¿cómo se evitará la presencia de estos animales? El pliego de condiciones del concurso obliga a contar con aves de presa debidamente adiestradas para ello. En concreto, deberá haber un mínimo de 8 aves "en perfecto estado" para cubrir en todo momento actuaciones de "alto vuelo", "altanería", "mano por mano" y "bajo vuelo". El contrato de AENA apunta a las comunidades de garzas, cigüeñas, gaviotas, palomas, estorninos o aves rapaces como los principales objetivos de los pájaros que se encargarán de su disuasión. En el apartado de personal, la concesionaria deberá contar con dos trabajadores, ambos con un mínimos de tres años de experiencia, especializado uno en cetrería y manejo de las aves y otro en entrenamiento de aves de presa.

Los técnicos también podrán hacer uso de medios adicionales como sonidos electrónicos, gritos de alarma, pistolas de fogueo, pirotecnia, jaulas, trampas, redes y linternas láser para ahuyentar a las aves.

El adjudicatario deberá remitir diariamente un informe a AENA, antes de las 10.00 horas, con los avistamientos de aves denunciados por pilotos o controladores en las maniobras de despegue y aterrizaje, impactos de pájaros contra aeronaves en el transcurso de las operaciones de los aviones, número de recogidas de aves o animales muertos en pista así como las actuaciones realizadas por aves de presa en la terminal.

De forma complementaria, deberá realizar un informe mensual, con una relación de las aves que están en el aeropuerto, indicando especie, especialidad y número de identificación, así como una recopilación de los datos aportados en los informes diarios.

Los profesionales de la empresa también deberán aportar sus conocimientos para la solución de problemas puntuales derivados de la presencia de fauna en las instalaciones de la terminal coruñesa, como fugas de animales de compañía o colonizaciones accidentales.