El acuerdo entre la Universidad de A Coruña y la Consellería de Facenda para lograr el reequilibrio financiero de la institución académica está a punto de alcanzarse, según el Rectorado, que estima que el departamento autonómico aceptará su última propuesta porque se había fijado el objetivo de cerrarlo esta misma semana. Facenda manifestó a este diario sin embargo que continúa "analizando la documentación" enviada por la Universidad y que se halla en "permanente contacto" con sus responsables con vistas a llegar a un pacto sobre este asunto.

La consecución de este acuerdo permitiría al equipo de gobierno universitario afrontar con una mayor holgura el resto del curso académico, ya que el pasado 17 de junio se vio obligado a prohibir a todos los centros la realización de gastos que no estuviesen programados ante la falta de liquidez que padecía la Universidad. En esas fechas existía una deuda de cinco millones de euros con los proveedores y se habían consumido los 2,3 millones que existían de remanentes de años anteriores, por lo que la institución carecía de capacidad para afrontar sus compromisos.

A comienzos del pasado mes de septiembre el Rectorado levantó la suspensión de nuevos gastos tras la mejora experimentada en sus arcas, ya que durante el verano se consiguieron nuevos ingresos y la proporción entre los pagos y los obligaciones se situó en casi el 91%. La decisión de permitir a las escuelas y facultades realizar gastos no presupuestados inicialmente se adoptó con el fin de que el inicio del curso universitario se desarrollase con una mayor normalidad, aunque el ajuste efectuado tendrá consecuencias para los grupos de investigación, a los que ya se proporcionó el 50% de la financiación de este año y se le repartirá otro 25% en los próximos meses, mientras que la cantidad restante se les abonará en los dos años siguientes aprovechando que la programación de estas cantidades abarca varios ejercicios.

Las estrecheces económicas animaron al Rectorado al inicio del verano a entablar negociaciones con la Consellería de Facenda para aliviar su falta de liquidez, aunque en los primeros días entre ambas partes se vivió un ambiente de tensión debido a la reclamación a la Xunta por la Universidad mediante un recurso judicial de 8,7 millones de euros. Los responsables universitarios entienden que esa cantidad se corresponde con la financiación que realmente le habría correspondido a A Coruña en el aún vigente plan de financiación de las universidades gallegas, aspecto sobre el que no solo disiente el Gobierno autonómico, sino las otras dos instituciones académicas de la comunidad.

Tras el enfrentamiento que se produjo en los primeros días, el Rectorado y la consellería iniciaron unas conversaciones que ahora parecen llegar a buen puerto y que se desarrollan en paralelo a las del nuevo plan de financiación universitario para los próximos cuatro años, que debería evitar nuevos conflictos en este campo.