Las grandes obras con repercusión en el conjunto de la ciudadanía que la Xunta financia en A Coruña con partidas que abarcan más de un ejercicio se limitan a una tras conocerse los presupuestos del Gobierno gallego para 2016: la estación intermodal. Es la única infraestructura millonaria con aportaciones autonómicas y estatales que reserva inversiones más allá del próximo año. Llega al menos hasta 2019, cuando según el documento de la Xunta habrá consumido 10,8 millones de euros. El año que viene atraerá solo 425.878 euros.

La urbanización de las tres parcelas de la Xunta en el parque ofimático y la construcción de viviendas públicas en el polígono; dos obras en el entorno de la ría de O Burgo en los concellos de Oleiros y Cambre; transferencias a entidades y cuantías para cumplir convenios plurianuales prevén también inversiones en más de un año, aunque no siempre especificadas ni con el objeto de las partidas concretado.

Los otros proyectos millonarios en los que la Xunta ha contribuido económicamente en los últimos años desaparecerán después de 2016, como este año le ocurrió al vial subterráneo de O Parrote, que conectará con el de la Marina previsiblemente en noviembre. Uno son las dependencias judiciales reunidas en la antigua Fábrica de Tabacos, que según el cálculo del Ejecutivo de Feijóo deberían ser inauguradas el año próximo, por lo que su última inyección presupuestaria es de 8,3 millones de euros el próximo ejercicio.

El otro es la tercera fase del plan director del Complejo Hospitalario Universitario de A Coruña, con una última partida de 2,9 millones que deberían servir para ampliar bloques y salas de áreas especializadas, habilitar plazas de aparcamiento y actuaciones en el hospital Teresa Herrera. El departamento de Sanidade no explicó ayer a este periódico qué trabajos están pendientes.

La intermodal avanza al ritmo de los demás proyectos de estaciones gallegas que concentran diversas modalidades de transporte (Santiago, Pontevedra, Vigo), con partidas plurianuales y trabajos más teóricos que prácticos. El traslado de la estación de autobuses de Cuatro Caminos a la estación de ferrocarril de San Cristóbal y su acoplamiento en una nueva ubicación es la operación principal del proyecto una vez concluidas algunas reformas en la instalación de Pérez Ardá y descartada la construcción de viviendas y un área comercial que estaban incluidas en la idea original.

Pero los 426.000 euros que la Xunta gastará en 2016 irán destinados, según fuentes autonómicas, al diseño del proyecto de ejecución y, si es posible, a su licitación. Las partidas superarán los seis dígitos a partir de 2017, con 2,06 millones de inversión ese año, 7,3 millones de euros en 2018 y 1,04 en 2019 y los siguientes, cuanto entonces se hayan llevado a cabo trabajos más visibles de un proyecto que anunció el Gobierno socialista de Zapatero la década pasada.

A la Xunta le queda trabajo por hacer en el ofimático, donde sus verdaderos proyectos no se han visto aún reflejados en planos o anuncios. El presupuesto reserva aportaciones hasta 2018. La del año próximo es de 3,7 millones de euros para trabajos de urbanización en sus terrenos, que este año dividió en tres partes, pero no aparecen cuantificadas las siguientes. Está previsto que una de las parcelas sea para pisos de promoción pública, donde la Xunta invertirá también en 2016 una partida de 1,04 millones de un total de 4 para toda Galicia en la construcción de 40 viviendas. En la ría coruñesa no habrá todavía inversión específica para el plan de saneamiento integral. La construcción de un tanque de tormentas en Oleiros absorbe casi 800.000 euros, la misma cantidad que las mejoras en los bombeos de O Temple y A Pasaxe en Cambre mediante la construcción de un sifón bajo. Fuentes de la Xunta no han aclarado si en los próximos años habrá partidas para el dragado de la ría.

El barrio de Novo Mesoiro entra en los presupuestos con una partida única en 2016 de casi 627.000 euros para la construcción de un centro escolar de Primaria. Educación explica que la cuantía se corresponde con la estimación de lo que costaría el proyecto de ejecución según la dimensión del colegio y las necesidades que cubriría. No se descarta, pero tampoco se confirma, si empezará la obra el año que viene.