Los creyentes coruñeses que además son amantes de los animales tienen en el 17 de enero una cita tradicional en la iglesia de la Orden Tercera, ya que la celebración en esta fecha de la festividad de San Antonio Abad les lleva a acudir a este templo de la Ciudad Vieja con sus mascotas.

El hecho de que este santo sea considerado el patrón de los animales hace que sean numerosas las personas que ese día acuden a la iglesia con sus mascotas para que reciban la bendición que allí se les imparte y con la que esperan que San Antonio les dé su protección a lo largo del año. Después del oficio religioso celebrado a mediodía, el sacerdote recorrió la iglesia agitando el hisopo entre los bancos para que todos los animales llevados por sus dueños quedasen bajo la custodia del santo.

Pese al aguacero que caía a esas horas sobre la ciudad, fueron numerosos los asistentes a la ceremonia religiosa, una de las más peculiares del año por la presencia de los perros en el recinto dedicado al culto, seguramente sorprendidos de encontrarse en un lugar en el que habitualmente se prohíbe su presencia. Como no puede ser de otra manera en estos tiempos, también fueron muchos los asistentes a la bendición que no perdieron la oportunidad de tomar fotografías con sus teléfonos móviles para llevarse un recuerdo del acto.

Otro de los momentos destacados de la ceremonia fue la salida en procesión a lo largo del templo de la imagen de San Antonio sobre unas andas llevadas a hombros por niños con hábitos franciscanos. La labor de los pequeños fue facilitada por el pequeño tamaño de la figura, a cuyos pies aparecían reproducciones de diferentes animales para reflejar la estrecha relación que mantiene este santo con ellos.