Los solares, parcelas y terrenos rústicos del municipio se verán afectados de forma importante por la entrada en vigor de la Ordenanza de Protección contra Incendios, aún en fase de elaboración, ya que esta nueva normativa obligará a los propietarios a realizar una serie de actuaciones para impedir que se originen fuegos y que se propaguen, de forma que se eviten riesgos a la población.

La ordenanza establecerá que todos estos terrenos tendrán que encontrarse siempre en "condiciones adecuadas de limpieza y desbroce", con el fin de que el peligro de incendio sea mínimo, al igual que el de que se extienda. Para conseguir este objetivo, la superficie de estas fincas deberá estar durante todo el año "debidamente desbrozada", lo que implica que carecerá de pasto o vegetación seca, así como de cualquier material combustible que pudiera causar un incendio.

La normativa tiene en cuenta que puede haber terrenos rústicos en los que el cumplimiento de este precepto sea complicado por sus características o dimensiones, por lo que lo se exigirá a sus propietarios que como mínimo exista un perímetro de al menos 25 metros de anchura totalmente desbrozado para que sirva de cortafuegos. Con esta medida se trata de impedir que un fuego originado en esa finca afecte a edificios, viales o mobiliario urbano situado en las proximidades.

Al margen de estas normas de carácter general, la ordenanza prevé que el Concello pueda ordenar a los propietarios de los terrenos la adopción de otras medidas para los casos de "especial peligrosidad", aunque estos deben estar "debidamente acreditados" y las circunstancias tendrá que ser justificadas previamente por la administración municipal.

El incendio ocurrido en las inmediaciones del núcleo de O Campanario, cerca de O Portiño, que estuvo a punto de arrasar las viviendas allí existentes, marcó un cambio en la política municipal hacia los terrenos rústicos y las fincas sin urbanizar, ya que desde entonces se procedió a desbrozar la maleza existente en esas superficies para evitar nuevos riesgos. Los propietarios de parcelas en esa situación también tienen la obligación de mantenerlas en buen estado, pero la nueva ordenanza reforzará el mandato para que eviten que sean invadidas por la vegetación.

La normativa que prepara el Concello fija también una serie de normas que deben cumplir los edificios para facilitar la intervención de los bomberos en caso de que sea necesaria su actuación. Una de las disposición previstas es la obligación de que en las urbanizaciones privadas los accesos a los viales y a los espacios libres cumplan las disposiciones del Código Técnico de la Edificación referidas a la intervención de los equipos de bomberos.

También obligará la ordenanza a instalar bocas de incendios equipadas en las escaleras de los edificios de viviendas en los que el portal de acceso esté situado a más de 30 metros de distancia del lugar en el que puedan maniobrar los camiones de bomberos. En el caso de que las fachadas de inmuebles tengan aberturas que no sean fácilmente visibles y accesibles debido a sus características constructivas, estas deben señalizarse con el fin de que puedan ser identificadas de inmediato por los equipos de socorro.

Para las fachadas de doble piel y aquellas que sean ventiladas con cámara de ventilación que sobrepase los 30 centímetros, será obligatorio garantizar la accesibilidad de los bomberos e instalar en las aberturas pasarelas entre el revestimiento exterior y el cierre interior. Estas pasarelas deberán tener una resistencia al fuego igual que la del edificio y su anchura mínima será de 80 centímetros, a lo que se sumará la instalación de barandillas a ambos lados.