La oposición ha abierto esta semana un nuevo frente de guerra contra el Gobierno local a raíz de las declaraciones del jefe del gabinete de Alcaldía, Iago Martínez, en un encuentro de candidaturas municipalistas celebrado este fin de semana en Barcelona. Martínez, que acudía en nombre de la Marea Atlántica, empleó una metáfora novelesca para referirse al resto de partidos de María Pita como "orcos", en alusión a los malos de la película de la trilogía fantástica de El Señor de los Anillos.

"En el Palacio Municipal de A Coruña también hay orcos, la mayoría en el salón de plenos. Tenemos una oposición que no es capaz de reconocernos como aquellos que ocupan el lugar que la ciudadanía dijo que teníamos que ocupar", señaló Martínez. El símil con los personajes literarios de J.R.R. Tolkien había sido introducido previamente por la representante de Ahora Madrid, Ana Méndez, que comparó la llegada al Gobierno con el asalto a una fortaleza "tremendamente hostil en la que te estás peleando todo el rato con orcos". Unos "orcos", apostillaba Méndez, con los que se refería a una "estructura institucional" impuesta por el PP y que había convertido la administración madrileña en una "máquina neoliberal".

En su turno posterior, además de a la oposición, Martínez señaló que entre el personal municipal existe una "pequeña minoría" de "orcos", que vinculó con la "trama de enchufes" -en alusión a la operación Pokemon- del anterior Gobierno popular, si bien también se congratuló por la presencia de "muchísimos cómplices" con el nuevo equipo que esperaban "otro interlocutor".

Las palabras del principal asesor de Xulio Ferreiro han generado uno de los grandes revuelos del mandato entre los partidos de la oposición, que han pedido al alcalde que le repruebe. El PP ya ha anunciado que dedicará una de las tres mociones a las que tienen derecho en el próximo pleno a exigir a Ferreiro que "depure responsabilidades" por los "insultos". Los socialistas tampoco han quedado atrás y ayer registraron una iniciativa con 17 preguntas escritas para que el alcalde se pronuncie sobre estas declaraciones. En el pleno de febrero, la iniciativa del PSOE con más preguntas tenía seis.

El BNG, aunque no ha ido tan lejos, sí exigió al Gobierno que "aparte" a los trabajadores municipales que, según Martínez, tienen relación con la Pokemon. "Si existen problemas con funcionarios relacionados con esta trama, existen medidas que se pueden tomar", señaló la concejal del Bloque, Avia Veira.

También generaron malestar las palabras de Iago Martínez en las que describía al asociacionismo vecinal de la ciudad como un movimiento "absolutamente cooptado" por los partidos. "Por asalto, por el BNG; por convenio, por el PSOE; y por liberalización por el PP", remarcó. Socialistas, nacionalistas y populares también le piden explicaciones por estas declaraciones, si bien la portavoz de estos últimos, Rosa Gallego, esbozó un análisis de las entidades similar a este en una entrevista con este diario hace dos semanas. Gallego, que presumía de no discriminar a ninguna entidad, reconocía que "hay asociaciones que son del BNG o del PSOE". "Y de la Marea pues serán casi todas ahora que gobiernan", apostillaba.

Preguntado ayer por esta polémica, Ferreiro cuestionó la "agenda" y la "escala de valores" de la oposición y restó importancia a las declaraciones de su asesor. "Aquí viene el alcalde de Vigo e insulta al de A Coruña y algunos le aplauden", indicó. El regidor destacó su satisfacción con los trabajadores del Concello, de los que dijo que son "gente muy trabajadora", y ensalzó la relación con el asociacionismo vecinal con el que, dijo, hay "mucha interlocución".

Aunque no es la primera vez que se escuchan en el debate municipal alusiones despectivas para referirse al adversario, la gravedad concedida por los partidos cuenta con pocos precedentes. El anterior Gobierno del PP, que ahora acusa a Martínez de faltar al respeto a los "miles de ciudadanos" que representan sus concejales, tuvo como portavoz entre 2011 y 2015 a Julio Flores, concejal que dejó su huella en la política local por el bronco tono de sus intervenciones durante las propias sesiones plenarias.

Las actas de María Pita recogen de su boca expresiones como "payaso de feria", "vago" o "inútil", para referirse al concejal de Esquerda Unida, César Santiso, u otras en las que tranquilizaba a la socialista Mar Barcón pidiéndole que no se preocupase por dejar "su escoba mal aparcada", en una metáfora para equipararla a una bruja.