A Coruña dispondrá en 2017 de los primeros presupuestos en los que los vecinos decidirán directamente en qué se invierte parte del dinero público. Este modelo, en realidad, debería estar implantado desde 2004, cuando la ley de grandes ciudades obligaba al Ayuntamiento a dotarse de unos distritos, con presencia vecinal, con competencia para gestionar al menos el 5% de la inversión en obras. Ni PSOE solo ni luego en coalición con el BNG ni después el PP dieron pasos para cumplir esa ley. Doce años después es el Gobierno de Marea el que experimenta este modelo, con variaciones. Arranca con menos inversión -reserva el 3,1% del gasto en obra con la intención de ampliarlo tras el ensayo- pero con más participación, al permitirla directamente a vecinos, sin mediación de consejos de distrito. De la participación real de los vecinos en esta experiencia y del caso que se les haga desde el Concello dependerá el éxito de la iniciativa, que debe ir acompañada, simultáneamente, de una revisión del reglamento de participación que, desde su aprobación en 2004, no ha pasado del papel.