El deterioro de las cubiertas del estadio de Riazor obligó al Concello a efectuar cuatro intervenciones con carácter de urgencia durante el último año, en las que invirtió 39.116 euros, según los datos proporcionados por el Gobierno local. Estas actuaciones tuvieron que llevarse a cabo ante el riesgo que presentaba para los espectadores el estado de las instalaciones, ya que el contrato firmado por el anterior Ejecutivo municipal con la empresa Dragados para la rehabilitación de las cubiertas está paralizado por las diferencias entre la adjudicataria y el Concello acerca de la viabilidad del proyecto.

Ese contrato fue firmado el 30 de marzo de 2015, pero solo un mes después ya hubo que destinar 10.000 euros a la reparación de las placas de las gradas de Pabellón, Maratón y Tribuna. En octubre de ese mismo año fue necesaria una nueva reparación, con un coste de 7.550 euros, para el desmontaje de placas y el montaje de otras nuevas en la cubierta. El pasado mes de marzo hubo que volver a sustituir fragmentos de la techumbre, con un gasto de 12.463 euros, aunque al mes siguiente se produjo el incidente en el que fue necesario cerrar parte de la grada de Pabellón por la caída de placas poco antes de que comenzara el partido entre el Deportivo y el Las Palmas.

A comienzos de mayo se efectuó la última reparación, también de sustitución de placas traslúcidas, y a la que se destinaron 9.000 euros.

El Concello licitó en 2014 el proyecto de renovación de las cubiertas con un presupuesto de 2,9 millones de euros y un plazo de ejecución de dos años. Dragados ganó el concurso con la promesa de rebajar el coste a 2,6 millones. Las obras preveían el cambio de 14.000 metros cuadrados de cubierta, ya que hay sectores sin renovarse desde hace 22 años y en los que la corrosión ha hecho mella. La última actuación de gran calado realizada en esa estructura fue acometida en 1998.