Por unos días, a comienzos de agosto de 2006, se habló de nudismo en la ciudad. Un grupo de vecinos habituales de playas en las que sus usuarios no llevan bañador comenzó entonces a recoger firmas para que el Concello declarase nudista uno de sus arenales. Reclamaban un área delimitada de una playa o cala de A Coruña con "servicios y condiciones adecuadas" donde "poder disfrutar de un derecho al igual que los ciudadanos de la gran mayoría de municipios costeros del país" sin tener que desplazarse a otros concellos para tomar el sol, bañarse o pasear sobre la arena completamente desnudos.

Los impulsores de esta demanda sumaron en los primeros días algo más de cien firmas y acabaron juntando unas 2.800. Pero la propuesta parecía encaminada a no ser muy tenida en cuenta por el Gobierno municipal desde el primer momento. Cuando se le pidió la opinión al alcalde, Javier Losada, respondió con un esquivo "hablemos de cosas serias". Más extenso fue el concejal de Medio Ambiente, Florencio Cardador, aunque dejando claro que no eran muchos los argumentos para complacer a los partidarios del nudismo en las playas coruñesas.

El edil reaccionó a la petición admitiendo que el asunto se estudiaría. Pero para satisfacer a los nudistas su espacio en los arenales tendría que estar oculto a las miradas del resto de bañistas y paseantes desde todos los ángulos, lo que descartaba zonas de playas como San Amaro, Riazor y Orzán-Matadero. Unos días después Carmen Marón, portavoz del Gobierno local, aseguraba que el Concello no declararía nudista ninguna playa o parte de playa. Marón descartaba áreas nudistas acotadas en arenales grandes y también en pequeños, como As Lapas, porque afirmaba que los vecinos que quisieran ir a esos lugares podrían sentirse "perjudicados" en el caso de que fueran playas donde los usuarios estuvieran sin ropa alguna. Y ella, ¿qué opinaba? Se lavaba las manos: "Yo no voy a perseguir a los nudistas, pero la Policía Local a lo mejor sí".

Los naturistas defendían que ninguna ley prohíbe el nudismo en las playas, el grupo municipal del BNG había solicitado en un pleno que se habilitase una zona en los arenales coruñeses, y el despelote o topless bajo el sol -prescindir de la parte superior del bikini y dejar los pechos al descubierto- se había aprobado en un pleno municipal de 1984. Pero el Ayuntamiento fue tajante en 2006: no al nudismo en las playas.

Hoy tomar el sol desnudo al cien por ciento en la ciudad se practica solo en alguna de las calas de Adormideras, que están alejadas de las zonas peatonales. No muy lejos, los nudistas también lo pueden hacer en playas de Oleiros (Naval, Bastiagueiriño), Arteixo (Combouzas) o Miño (Insua, Armenteiro).