La viabilidad de la fábrica de armas bajo la gestión de Hércules de Armamento desde finales de 2014 queda en entredicho y genera no poca incertidumbre a tenor de los resultados que ofrece el balance contable del ejercicio 2015 -el primero completo- presentado por la empresa en el Registro Mercantil. Dos datos son elocuentes: la cifra de negocio apenas llega a los 28.000 euros, mientras que el saldo al final del año alcanza unas pérdidas de cerca de 520.000 euros, casi el doble que las del ejercicio anterior, algo más de 266.000.

Los números rojos y la escasez de ventas destapan las dificultades que afrontan los gestores de la fábrica de Pedralonga, que desde finales de noviembre pasado, al año de tomar las riendas de la factoría, limitaron la producción al ámbito civil al tener prohibida por el Ministerio de Defensa la fabricación de material militar por haber suspendido su servicio de vigilancia. Aunque la factoría recuperó guardias jurados pocos meses después, Hércules mantiene solo la producción civil, una restricción que podría provocar la retirada de la concesión para el uso de la fábrica.

A 31 de diciembre de 2015 la planta coruñesa había registrado trabajos realizados por la empresa para su activo por valor de 1,9 millones de euros. Pero los gastos de personal (1,4 millones) y los de explotación (886.000 euros), entre otros, fueron tremendamente superiores a la cifra de negocio de 28.000 euros, lo que acabó generando un resultado de explotación negativo de 631.000 euros.

La diferencia entre los ingresos y los gastos financieros deparó también un saldo negativo de 73.800 euros. El resultado del ejercicio (las sumas de los resultados de explotación y financiero más los impuestos sobre beneficios) muestra unas pérdidas de 519.187 euros.

"¿Cómo es posible que una empresa que factura 28.000 euros durante el año 2015 pueda soportar 150 empleos?", se preguntaba ayer en una nota el antiguo comité de empresa de la fábrica, vinculado a UGT, que desde la concesión de Defensa a Hércules de Armamento denunció la falta de viabilidad del proyecto. "Entendemos que esto es solo la punta del iceberg de un escándalo político que venimos avisando con antelación", añade.

El balance anual de la fábrica de armas que dirige Ramón Mejuto revela también que el año pasado sus responsables generaron una deuda a corto plazo de 989.000 euros, de los que 700.000 euros corresponden a entidades financieras.

La gestión de Hércules siempre ha sido cuestionada por los anteriores trabajadores, quienes cada vieres protestan ante la Delegación del Gobierno para reclamar una revisión de la concesión por supuestas irregularidades de la empresa en el proceso del concurso público. El antiguo comité denuncia también impagos con la Seguridad Social, Hacienda y con la plantilla actual.

La Valedora do Pobo, Milagros Otero, ha solicitado en más de una ocasión informes sobre la gestión de la fábrica de armas a la Consellería de Economía e Industria.