Con los resultados electorales del 25-S ya digeridos con preocupación por la pérdida de apoyos que han sufrido en la ciudad respecto a los comicios generales de junio, Marea y PSOE miran ahora al frente en el terreno municipal con asuntos capitales en el horizonte más inmediato: las modificaciones en el crédito y la aprobación de los presupuestos del próximo año. Son las prioridades que señala el Gobierno local, que demanda al grupo socialista un esfuerzo por su parte para que las reuniones próximas en las que debatan ambos aspectos se celebren en un clima de estabilidad de mandato tras no pocos desencuentros desde junio del año pasado.

El alcalde, Xulio Ferreiro, se refirió ayer, preguntado por la relación del Ejecutivo con el PSOE local tras los resultados de las elecciones gallegas dos días antes, a que "ya es hora" de establecer "una relación estable para el mandato". "Esto no supone que tengan que dar un apoyo incondicional al Gobierno municipal, pero sí tiene que quedar claro que tenemos más cosas en común que cosas que nos diferencian", explicó el regidor.

"Esperamos que el PSOE dé el paso de retomar las reuniones, como llevamos días pidiéndole y que dejemos atrás viejos ruidos que no conducen a nada", añaden fuentes del Gobierno local, que transmiten también a los socialistas el deseo de que "las cuestiones internas" del partido a nivel local, autonómico y estatal no supongan "un nuevo bloqueo" en el desarrollo de las conversaciones relacionadas con las cuentas y otros asuntos de gestión municipal.

Ferreiro espera que hoy o mañana se celebren esos encuentros con el grupo socialista para que del marco de negociación no vuelvan a producirse retrasos, como tampoco discrepancias. El esquema del Gobierno de Marea pasa por que las cuentas queden acordadas con el PSOE a lo largo del próximo mes para que puedan ser llevadas al pleno municipal en noviembre y recibir la aprobación definitiva en diciembre. Si se cumpliese esta planificación, el presupuesto de 2017 entraría en vigor el 1 de enero, al contrario que el de este año, al que dio el visto bueno la Corporación hasta finales de mayo pasado.

Marea y PSOE aseguran haberse tendido la mano para llegar a acuerdos y comenzar las reuniones por las cuentas, pero desde comienzos de este mes, cuando abrieron el marco de negociación del presupuesto, se han trasladado exigencias mutuas sin haber llegado aún a posturas previas de entendimiento. Los socialistas han pedido al Ejecutivo negociar antes asuntos llevados a la Junta de Gobierno Local y cumplir acuerdos suscritos previamente con ellos o las mociones aprobadas por la mayoría del pleno aunque no hayan sido promovidas por Marea. El Ejecutivo ha reclamado al PSOE que respete sus poderes ejecutivos y que no pacte asuntos de relevancia con el grupo del PP.

Las dos partes programaron otro encuentro a mediados de mes, pero no se celebró porque los socialistas exigieron antes que el Gobierno local se disculpase por descalificaciones hechas meses atrás. Las disculpas se produjeron días más tarde, con el ánimo, según fuentes municipales, de retomar el diálogo y comenzar a negociar las cuentas.