La asamblea realizada ayer por familiares de los alumnos del colegio Ramón de la Sagra acordó que los pequeños no acudan a clase a partir del próximo martes, ya que en la tarde del lunes está previsto el inicio de la retirada de la cubierta del centro, que contiene amianto. Las familias se niegan a que sus hijos asistan a clase mientras no se les muestren en cada jornada previamente mediciones que revelen la inexistencia de amianto en el ambiente, aspecto al que la Consellería de Educación se niega.

Aproximadamente la mitad de los alumnos no acudieron ya ayer a clase al conocer las familias que se habían realizado el jueves trabajos preliminares, aunque muchas no se enteraron y se espera que el lunes vuelvan a faltar muchos niños a clase ante la falta de garantías sobre la presencia del amianto.

El delegado territorial de la Xunta, Ovidio Rodeiro, aseguró ayer que las obras continuarán la programación establecida y que cuentan "con todas las medidas de seguridad", así como con la supervisión del Instituto Galego de Saúde e Seguridade Laboral. "No hay ningún tipo de problema de seguridad", manifestó Rodeiro, quien destacó que los trabajos se realizarán fuera del horario lectivo. Sobre la exigencia de información sobre el proyecto efectuada por la Valedora do Pobo, el delegado de la Xunta declaró que la Consellería de Educación la está recabando para contestarle.

Los familiares de los estudiantes solicitaron ayer en la Subdelegación del Gobierno autorización para concentrarse durante toda la semana ante el edificio de la Xunta en Monelos. Aunque inicialmente habían pensado en salir en manifestación desde el colegio, al haber empezado las obras probablemente solo se realizará la concentración para evitar la proximidad al centro.

En la asamblea también se acordó que las familias que no lleven a sus hijos al colegio presenten en la Xunta una justificación de la inasistencia, ya que temen represalias tras las advertencias que a su juicio les hizo Ovidio Rodeiro en diciembre en este sentido.

Ausencia justificada

Para las familias, la ausencia de sus hijos está justificada, ya que la Valedora do Pobo emitió una resolución en la que exige que se realicen mediciones sobre la presencia de amianto con el fin de garantizar que no haya riesgos. Las familias consultarán además con abogados la posibilidad de denunciar a la Xunta por su actuación en estas obras.

Los padres admiten que se cumple la normativa sobre la salud de los trabajadores, pero destacan que el propio Instituto Galego de Saúde e Seguridade Laboral les informó de que el control de la salud de los alumnos a causa de esta actuación no es de su competencia. Las familias destacan que mientras que los trabajadores retirarán la cubierta con mascarillas y buzos especiales, los niños jugarán sin protección en el patio al día siguiente.