A dos días de la cuestión de confianza, el grupo municipal socialista se muestra abierto a sentarse con el Gobierno local para la aprobación del presupuesto. Eso sí, siempre que la negociación se retome en el punto en el que quedó en la noche del miércoles, la del preacuerdo que saltó por los aires solo horas después, tras una rueda de prensa en la que los socialistas anunciaron de manera unilateral un pacto que Marea Atlántica consideró "falso". La militancia de Marea reabrió la posibilidad de llegar a un acuerdo sin vetos a Mar Barcón, pero solicitó que el PSOE pidiese disculpas por su proceder, algo que, tras la reunión interna mantenida ayer, no parece que vayan a hacer los socialistas coruñeses. El Gobierno local se reafirma en las peticiones formuladas por sus bases, que ayer mismo reiteraban la necesidad de "un compromiso escrito de lealtad" con las líneas estratégicas del Gobierno local, como la fachada marítima, la movilidad y el área metropolitana.

Además de los ediles del PSOE, en la reunión interna participó el presidente de la gestora, Florencio Cardador, cuyo papel ante un desgajado grupo municipal se presenta clave para alcanzar un pacto con Marea Atlántica. "Todo el mundo está de acuerdo en que si nos llaman, se podrán tener conversaciones, siempre que sean donde las dejamos el miércoles por la noche", aseguró el exconcejal socialista.

Asunto diferente es, señala, pedir perdón por el anuncio de un pacto firme con términos que, según el Gobierno local, no estaban ni mucho menos cerrados. "No creo que tengamos que pedir perdón, no hemos cometido ningún pecado", indica Cardador, quien asume únicamente que la rueda de prensa es "interpretable" pero reitera que no van a "rectificar" afirmaciones que sostendrían hoy. El presidente de la gestora asegura que Marea "se precipitó un poco" al romper el acuerdo media hora después de la rueda sin siquiera pedir explicaciones. Rechaza, en cambio, que el concejal José María García se hubiese precipitado al anunciar unilateralmente unos pactos aún por perfilar.

Otra de las conclusiones a las que llegó la asamblea de Marea el martes fue que el PSOE tendría que demostrar disposición, a través de un "compromiso escrito", a ir de la mano en debates estratégicos para la ciudad como la fachada marítima o el área. Cardador responde que una cosa "es una negociación presupuestaria y otra un acuerdo de gobierno", en el que sí se negocian planes, por lo que deja para el futuro las conversaciones por estos asuntos.

Antes de la ruptura del preacuerdo, PSOE y Marea habían pactado que los socialistas manejarían cuatro proyectos con una inversión de entre 1,5 y dos millones de euros: el Clúster de la Salud, la Ciudad de la Música, Distrito Mallos y un plan de apoyo al emprendimiento. Los ediles socialistas al frente de esos cuatro proyectos dependerían directamente de un concejal del Gobierno. La asamblea (Rede) de Marea señaló ayer que no pretenden convertir "los personalismos en líneas rojas", sin vetar por tanto a Mar Barcón, propuesta para dirigir el proyecto sanitario.

El acuerdo tendría que llegar en los dos próximos días, lo que evitaría el pleno de la cuestión de confianza fijado para el sábado. Si en él, el alcalde no recibe el apoyo de la mayoría, se abrirá un plazo de un mes para que los grupos de la oposición presenten una moción de censura con un gobierno alternativo. Esto pasaría por un acuerdo entre el PP y el PSOE. De no salir adelante, los presupuestos diseñados por Marea y pactados con el BNG quedarían ratificados.

Sin portavoz a dos días del pleno

La gestora del PSOE se reunirá hoy para hablar de quién debe ser el portavoz del grupo municipal, dividido en la elección. Tras el encuentro y en la misma sede, el grupo mantendrá de nuevo conversaciones para escoger un nombre antes del pleno.