- ¿Cómo se va a llevar a cabo la renovación de la movilidad en A Coruña?

-Lo más importante es poner sobre la mesa toda la documentación de todos los planes de movilidad de la ciudad para conseguir el mejor proyecto, tanto el del Gobierno bipartito como el del PP. Sería estúpido olvidar hacer eso porque hay que sumar y buscar la mejor solución. Trabajamos en un escenario teórico y práctico, por lo que podemos demostrar que aquello que se plantea como teoría es una realidad fantástica y sobre esa línea vamos a ir incorporando lo bueno y lo mejor de la realidad sobre la movilidad y el espacio público de A Coruña.

- Pero el plan que aprobó el PP es radicalmente diferente al que elaboró usted en 2011.

-Pero tiene información y muchas cosas que serán fantásticas, ya que está hecho por gente inteligente.

- El PP criticaba el suyo porque no contenía información del área metropolitana, ya que la Xunta no se la proporcionó.

-Es cierto, su plan tiene una parte de esa información, ya que no la tiene toda. Cuando uno analiza los datos sabe el alcance que tienen y ahora tenemos que llegar más lejos, porque no hay una matriz origen-destino en el área metropolitana y habrá que hacerla. Eso quiere decir que la Xunta, los ayuntamientos de la comarca y el de A Coruña tienen que ponerse de acuerdo para realizar ese trabajo, que es clave para saber los flujos de viajeros y por tanto la posibilidad de repensar cuál es el mejor medio de transporte en cada caso.

- Ese es precisamente uno de los grandes problemas de la movilidad en A Coruña.

-Es cierto, y por tanto hemos de analizar cómo se puede cambiar eso y en qué medida. Lo que no vamos a hacer es que la gente no se pueda mover, al contrario, sino que lo haga más cómodamente y de la manera más competitiva posible. Lo que hay que buscar es una solución con la que salga más beneficiado todo el mundo, vivan en la ciudad o el área metropolitana. Las disfunciones que ahora tenemos, que son claras y evidentes, habrá que planteárselas e intentar resolverlas.

- La Xunta pretende que los autobuses metropolitanos regresen al centro. ¿Puede eso colapsar el tráfico?

-Hay que ver qué es lo que lo colapsa, si son los coches o los autobuses. Pero en cualquier caso lo que hay que analizar es lo que tiene que entrar, en qué medida y en dónde tiene que hacer la parada. En la mayoría de las ciudades los transportes metropolitanos penetran, al igual que los coches.

- Los expertos dicen que el tiempo que pasa en tardar el autobús es lo que retrae a los usuarios para utilizarlo.

-En Vitoria pasamos de 25 minutos a 10 y en Barcelona pretendemos pasar de 15 minutos a 4 o 5. En A Coruña tendrá que ser el que el número de autobuses disponible nos permita.

- Pero aquí hay una serie de condicionantes físicos muy importantes impuestos por el mar. ¿Es más difícil que en otras ciudades?

-No, todo tiene solución. A mí me gustan los retos complejos. En el caso de Quito estamos lidiando con una flota de 3.200 autobuses y en Barcelona con mil, mientras que en Vitoria son unos 50 y aquí no llega a la centena.

- Cuando el PP desechó su propuesta de las supermanzanas dijo que no era aplicable en A Coruña.

-Lo que me parece que no está bien es utilizar argumentos que no tienen en cuenta los elementos técnicos que lo apoyan. A mí nunca me pidieron que discutiera sobre nuestra propuesta más allá de una primera presentación. Cualquiera que quiera hacer una propuesta distinta, que nos explique cómo resuelve las disfunciones que hoy tenemos sobre la mesa. La propuesta que nosotros hacemos creo que es muy plausible que pueda resolverlas.

- ¿Están satisfechos de cómo evoluciona la aplicación de su plan en Barcelona?

-Mucho. En todos los procesos de cambio hay resistencias y en el caso del barrio de Gracia estuvimos más de un año con ellas. Como esto ha tenido una repercusión internacional de primer orden, siempre digo a los periodistas que pregunten a quienes se oponen para que sepan cuál es el grado de oposición y por qué. Lo que les dicen es: "Estoy de acuerdo con la idea pero que no pase por mi casa". En todos los manuales de transporte se dice que hay un 30% de oposición a estos cambios, pero el problema es si se hace una utilización política de eso.

- Y cabe el riesgo de que en A Coruña también se haga.

-Pero lo que tienen entre manos los coruñeses es tan importante, que hay que poner el esfuerzo. Y si no sale, habrá mala suerte.

- El proyecto de humanización de Alfonso Molina encuentra mucha resistencia entre quienes teman que se colapse.

-La ciudad es un lugar de conflicto, si no, no sería ciudad. Por tanto, necesitamos buscar las mejores soluciones perjudicando lo mínimo posible a todo el mundo. Pero los problemas que tenemos hay resolverlos y a algunas personas no les gustará mucho porque les supondrá una cierta incomodidad, pero en cualquier caso esto se hace por el bien común y no por fastidiar a nadie.