El repertorio del músico José Castro Chané vuelve a sonar este jueves por el centenario de su muerte en las Fiestas de María Pita. Tras años perdidas por distintos archivos del mundo, las partituras del artista se reúnen en un concierto en la plaza del Ayuntamiento, que contará con la dirección del cubano Alejandro Vargas y la Real Filarmonía de Galicia. Rosa Cedrón, la ex cantante de Luar na Lubre, será quien le ponga voz a los acordes del santiagués, del que interpretará a partir de las 22.30 horas varias piezas inéditas con el fin de que su figura "no desaparezca nunca más".

- ¿Cómo nace este homenaje?

-Es un proyecto que lleva muchísimos años de preparación, hay mucha investigación detrás. La mía fue la última incorporación al espectáculo, pero cuando me llamaron no lo dudé. A nivel público Chané se ha quedado en 3 obras, Un adiós a Mariquiña, Os teus ollos, y Unha noite; y me pareció apasionante abordar nuevas partituras.

- ¿Qué representa Chané para usted?

-A mí Chané me acompaña desde hace muchos años. Unha noite y Os teus ollos las he cantado en público en varias ocasiones. También me pareció muy necesario recuperar su figura, la de un artista que traspasó fronteras llevando nuestra música a La Habana . Era muy popular y exitoso, pero ahora estaba olvidado.

- Usted le pondrá el toque gallego, y del cubano se encargará uno de los músicos que le acompaña, Alejandro Vargas.

-No es que él vaya a acompañarme, sino que yo voy a acompañarlo a él. Junto a José Manuel, Vargas es el alma máter de los arreglos. Los han hecho ellos y dan esa visión de Cuba, aunque las melodías -hermosas y sorprendentes, porque Chané era un gran melodista- sean gallegas.

- Interpretarlas es solo uno de los muchos proyectos en los que está inmersa. La semana pasada estrenó el Himno do Máxico Amor a Compostela , por ejemplo.

-Sí, fue algo que surgió hace mucho tiempo. Chema Ríos contó conmigo para ponerle palabras a una de sus fotos, y esa fue mi primera toma de contacto con ese proyecto. Después pasaron años, y ya vino la segunda parte, que era la musical. Puse mi granito de arena haciendo la versión en gallego del himno, que irá en el disco con la inglesa de Carolina Rubirosa.

- También está todavía sacándole partido a su última creación, Nada que perder . Su segundo disco en solitario en casi una década, ¿por qué tanto tiempo?

-Porque pasaron muchas cosas por el camino. Primero apareció Cristina Pato y nació Soas. Después también tengo a mi niña, y son años de dedicación a ella. Va pasando el tiempo, y cuando te quieres dar cuenta ya han pasado nueve años. Entretanto, fui intentando descubrir qué camino quería tomar, porque iniciaba una ruptura con todo lo anterior.

- ¿Por qué no la logró con Entre dous mares ?

- Entre dous mares era un disco muy íntimo, pero tenía mucho que ver con lo que había hecho hasta ese momento. Y yo lo que quería era empezar a hacer cosas diferentes. Tenía mucha música que a lo mejor nunca había encontrado un hueco porque era muy diferente a la Rosa Cedrón de Luar na Lubre, y eso llevó tiempo.

- ¿Qué significó Nada que perder en ese sentido?

-Es un disco muy esperado por mí, el primero de todos los que he hecho en mi vida que he vuelto a oír hasta la saciedad y con el que he conseguido quitarme ese perfeccionismo brutal que me ha acompañado siempre. Yo siempre he sido la peor crítica de mis trabajos, y muchos ni los he vuelto a escuchar, porque no eran lo que yo quería, pero este lo he escuchado como si no fuera mío.

- ¿Es su disco más valiente?

-Yo creo que sí, porque hay muchas cosas nuevas, diferentes. Abordo distintos idiomas y otro tipo de sonoridades que hasta ese momento no había contemplado, como las electrónicas. Muchos artistas nos quedamos enganchados a lo que se espera de nosotros. Es aterrador, y al final no te deja cumplir tus sueños, porque estás más pendiente de si la gente lo va a aceptar o no. Pero yo en este punto dije: "Voy a hacer este disco así, y que pase lo que tenga que pasar".