Decenas de miles de personas se concentraron ayer en el entorno de las playas de Riazor y Orzán para rememorar, con 22 minutos de pólvora, la victoria de los coruñeses sobre Francis Drake y su contraarmada de decenas de navíos, que al desembarcar se toparon con la resistencia heroica de los vecinos.

Los fuegos acuáticos volvieron a llenar el paseo marítimo, con cerca de 100.000 personas, según cifró anoche el Concello. Una salva de color rosa desde la finca de los Mariño dio inicio a la contienda pirotécnica, repleta de disparos alternativos o simultáneos lanzados entre esta parte del litoral y las Esclavas, desde donde se proyectaron los efectos más elevados. Focs D'Artifici Europlá recreó la llegada de la flota inglesa en 1589 con un reguero de serpentinas, relámpagos de color y descargas. Logró una expresión colectiva de admiración en un momento culmen de cruce de disparos desde los dos frentes de la batalla y en el mar, cerrando la serie con un corazón de fuego.

Alternaron luces acuáticas y aéreas, explosiones de lentejuelas doradas, racimos multicolores que parecían emerger del agua y una traca final desde los Mariño para festejar una nueva victoria de los coruñeses sobre Drake. En el capítulo de incidencias, se registró un pequeño fuego en la finca, apagado en segundos. La batalla regresó ayer al que fue su escenario de manera ininterrumpida desde 2009, a excepción del pasado año, que intentó retomar la tradición de O Parrote.