El hombre acusado de intentar matar a su vecino pasándole con el coche por encima en julio de 2014 alegó ayer durante el juicio que su intención era "asustarlo" y atribuyó el alcance a un "fallo técnico" del coche. La Fiscalía le imputa un delito de intento de homicidio por el que reclama que sea condenado a siete años de prisión, pues sostiene que se subió a la acera de una carretera de Culleredo tras discutir y pelearse con la víctima con la intención de matarla.

El afectado relató que su vida cambió desde entonces. Mecánico industrial de profesión, tiene concedida la incapacidad total debido a las secuelas del impacto. "No tengo fuerza en las manos, se me caen las cosas, ni en la pierna derecha. Me caigo por la calle", relató la víctima, quien aseguró que se le cae "la casa encima". Desde entonces toma medicación y está a tratamiento psiquiátrico. "No puedo dormir", indicó.

Ni el sospechoso, que es sordomudo, por lo que declaró con intérprete en la vista que se celebró ayer en la Audiencia, ni el afectado aclararon los motivos de la disputa previa al atropello. "Salió de su casa y, como no habla, se dirigió hacia mí levantando los brazos. Me escupió sin motivo y me dio puñetazos. Yo no entendía nada. Como no habla, no discutí con él", testificó el denunciante, quien reside a unos treinta metros de la vivienda del procesado, situada en el lugar de Laxe, en Vilaboa (Culleredo).

El acusado, de etnia gitana, se había instalado en la casa junto a su familia hacía unos dos años. Cuando sucedieron los hechos algunos residentes en la zona apuntaron a un encontronazo por unas supuestas amenazas a un niño, familia de la víctima, como el motivo de la riña. Tras la pelea, el imputado contó que cogió su coche con la intención de desplazarse hasta el cuartel de la Guardia Civil y denunciar a su vecino porque le había golpeado.

"Estaba muy nervioso, no recuerdo bien. Fue un momento confuso. No tenía intención de asesinarlo, quería asustarlo", señaló, al tiempo que indicó que cuando lo atropelló abandonó el lugar porque tenía "miedo". El sospechoso aseguró que está "arrepentido". Antes del juicio ingresó en la cuenta del denunciante 14.000 euros y se comprometió a entregarle una cantidad mensual para hacer frente a la indemnización. Desde que atropelló a su vecino por la espalda no volvieron a protagonizar ningún incidente, según afirmaron los dos durante la vista.

El Juzgado de Instrucción número 6 acordó imponer al acusado en 2014, como medidas cautelares, la prohibición de residir en el término municipal de Culleredo, acudir o entrar en él, así como la prohibición de acercarse a menos de 200 metros de afectado, fuese cual fuese el lugar en el que se encontrase, y la de comunicarse con él por cualquier medio o procedimiento. También acordó intervenirle cautelarmente el permiso de conducción. La Fiscalía demanda que se le condene a la prohibición de residir en Culleredo durante diez años y que se le imponga una orden de alejamiento de la víctima durante el mismo tiempo. Además, exige que pague una indemnización de 18.168 euros.

"Con la evidente intención de acabar con la vida del denunciante, el acusado aceleró el turismo, atravesó el carril de sentido contrario, lo subió a la acera y embistió por la espalda a su vecino, el cual cayó primero sobre el capó, y luego fue proyectado hacia el suelo, donde quedó inconsciente", relata la fiscal en su escrito de calificación, en el que destaca que "apresuradamente, hizo un giro brusco con el automóvil y, a gran velocidad, regresó a su vivienda". El hombre, que permaneció tendido en el suelo sangrando, fue socorrido por vecinos hasta que llegaron los servicios de emergencias. La víctima curó a los 50 días, que fueron de incapacidad total para la realización de las tareas ordinarias, de los cuales diez fueron de ingreso hospitalario.