El Concello prevé iniciar antes de junio del próximo año las obras de renovación de la calle Cortaduría, en la Ciudad Vieja, que contarán con un presupuesto de 314.700 euros -de los que la Diputación coruñesa pondrá 250.000-. Los trabajos tendrán que realizarse en un plazo máximo de cuatro meses, por lo que tendrían que estar rematados antes de final de año. Estos trabajos en el casco histórico servirán para renovar los sistemas de abastecimiento de agua, también para la canalización del saneamiento -que contará con una red de separación de aguas pluviales y fecales-, se soterrarán las líneas de alumbrado y de suministro eléctrico y, una vez abierta la calle, se dotará a esta zona de la ciudad de servicios de los que carecía hasta ahora en el subsuelo, como fibra óptica y gas.

El proyecto que el Concello ha enviado a la Dirección Xeral de Patrimonio de la Xunta -y que está todavía a la espera de recibir la aprobación para ser realizado- se basa en mantener la esencia de la calle, con la mezcla de losas de piedra y de los cantos rodados sobre mortero, aunque, en lugar de hacerlo en cinco franjas longitudinales, como está desde los años cincuenta, lo hará cambiando su distribución. Los cantos rodados pasarán a ocupar solo la franja central de la calle y las losas de piedra, los laterales.

Fuentes municipales indican que no hay muchas planchas deterioradas, por lo que, la mayoría podrán ser reutilizadas en esta reparación de la calle. El proyecto defiende que esta nueva disposición de los elementos permite trasladar la franja más ancha y de pavimento liso a la zona más cercana a las casas, de modo que la calle será más accesible para los vecinos, que podrán caminar sin tener que meterse por el empedrado, que quedará en el centro de la vía.

En los planes del Gobierno local para la Ciudad Vieja está también la mejora del entorno de la Fundación Luis Seoane y la reurbanización de las calles Rosario y Damas, cuyos proyectos no se han acabado de redactar todavía.