La puesta en marcha de un banco de alquiler de viviendas es una más de las actuaciones que desarrolla el Concello en este campo, en el que también se interviene mediante el Plan de Acceso ao Hábitat Digno, con el que se buscan soluciones para personas que viven en asentamientos chabolistas. El plan se aplica en los poblados de As Rañas y O Portiño, así como en el de A Pasaxe, que es el lugar donde se actúa de un modo más intenso con esta iniciativa, ya que ha logrado un nuevo alojamiento para 11 familias que agrupan a 34 personas.

Este plan ha permitido adecentar la zona en la que se enclava este asentamiento, donde se han derribado 17 construcciones y retirado más de 5.000 toneladas de residuos y cascotes, y se ha demolido la antigua nave de La Toja, que amenazaba con desplomarse sobre quienes vivían al pie de sus ruinas.

El Concello ha lanzado una convocatoria para la adquisición de edificios y viviendas con los que se aumente el patrimonio municipal, formado ahora por 403 pisos, para lo que dispone de 1,26 millones de euros. Por el momento ha seleccionado 15 viviendas situadas en los barrios de Os Mallos, O Ventorrillo, Sagrada Familia, As Atochas-Monte Alto, Pescadería, Agra do Orzán y O Birloque, con cuyos propietarios negociará para alcanzar un acuerdo sobre el precio, que como máximo será de 1.700 euros por metro cuadrado. La Asociación de Promotores Inmobiliarios ha rechazado esta iniciativa por entenderla competencia desleal del Concello.

El plan comienza con la adquisición a una inmobiliaria del edificio que ocupa la esquina de las calles Marqués de Pontejos y San Nicolás, en estado ruinoso y por el que el Concello pagará 240.991 euros. El objetivo es agrupar el solar con dos parcelas municipales colindantes para construir un edificio que albergue ocho viviendas que serán ofertadas en régimen de alquiler social.

Otras actuaciones municipales en materia de vivienda son las subvenciones que oferta el Concello para la rehabilitación, que se incluyen en los programas desarrollados en colaboración con la Xunta y el Ministerio de Fomento, así como la elaboración de un inventario de los inmuebles de la ciudad que se hallan en estado de abandono.