Finisterre SA, la empresa titular del derecho de uso y explotación de La Solana y el hotel Finisterre, se opone a la recalificación de la parcela del complejo deportivo como suelo público, que promueve el Gobierno local a través de un cambio en el plan general. La empresa considera que separar en dos parcelas el terreno que ocupan La Solana y las instalaciones hoteleras, propiedad de la Autoridad Portuaria y explotado a través de una concesión, acarrearía al Finisterre "importantes perjuicios".

Las alegaciones de Finisterre SA en contra de la recalificación del suelo de La Solana se añaden a las que la Autoridad Portuaria también remitió a la Xunta en el trámite ambiental, en las que argumenta que el Concello impulsa el cambio urbanístico por interés político y no público y a través de unos cauces que incurren "en fraude de ley y desviación de poder".

El alcalde, Xulio Ferreiro, defendió el sábado el "interés público" de esta modificación urbanística y cuestionó la "falta de claridad" del Puerto, por oponerse al cambio y, después, acordar con Xunta y Puertos del Estado que siga siendo el propietario del terreno de La Solana y de los muelles de Batería y Calvo Sotelo.

En las alegaciones enviadas al Ayuntamiento y a la Consellería de Medio Ambiente, Finisterre SA, en manos de Inmobiliaria Río Mero, señala que la separación de los espacios que defiende la Administración local provocará la pérdida de la categoría del hotel -el único de cinco estrellas abierto en la ciudad-, una bajada de tarifas de las habitaciones y la disminución de su clientela. Pasar de ser suelo privado -como la recalificó el Partido Popular cuando gobernó el Ayuntamiento- a público también repercutiría de forma negativa, según la concesionaria, en el Plan Estratégico de Turismo encargado por el Consorcio de Turismo y afectaría a las previsiones de la empresa de realizar mejoras en las instalaciones deportivas y hoteleras.

Finisterre SA cuestiona en sus alegaciones el procedimiento de modificación del planeamiento seguido por el Concello para obtener la titularidad del terreno de La Solana a través de una expropiación. Lo califica de contradictorio, incorrecto e incoherente, al señalar que la parcela única en las que se encuentran el hotel y el complejo deportivo está incluida en el ámbito del Plan Especial de Protección y Reforma Interior de Ciudad Vieja y Pescadería, por lo que no se debe separar en dos. Añade que, de llevarse a cabo el cambio urbanístico, la empresa estará expuesta a un "grave perjuicio" por ser "contrario a los principios que proclaman el Derecho comunitario y el Derecho español sobre la actuación proporcionada y menos restrictiva de derechos que deben seguir todas las administraciones públicas".

La concesionaria expone que el borrador de la modificación urbanística planteada por el Gobierno local no explica en qué aspectos y de qué modo es beneficioso el cambio de titularidad y asegura, "al contrario de lo que asevera" el texto, que conllevará "efectos relevantes sobre la economía municipal", como son gastos de inversión y de mantenimiento.

Finisterre SA defiende que la concesión que disfruta de La Solana y el hotel concluirá el 19 de enero de 2067 y no en 2027, la fecha válida para la Autoridad Portuaria.