La reunión entre el Concello y la Consellería de Infraestruturas para analizar el funcionamiento de la entrada de los buses interurbanos al centro de la ciudad, dos meses después del inicio de su actividad, se cerró ayer sin una fecha sobre la mesa para que se ponga en marcha la segunda fase del plan, la que le abrirá las puertas a los buses procedentes de Arteixo y A Laracha, que entrarán hasta la plaza de Pontevedra. La Xunta propuso el 18 de diciembre, aunque el Concello estudiará la idoneidad de esta fecha, ya que coincidirá con la campaña navideña. El Gobierno local asegura que el trabajo desarrollado por la Policía Local y la Concejalía de Mobilidade Sostible fue clave para que no se produjesen incidentes de tráfico en la implantación de la primera fase del transporte interurbano. Es por ello por lo que plantea que esta nueva oleada de buses pueda entrar después de que pase la Navidad para evitar aglomeraciones de tráfico. Finalmente, la fecha se decidirá el 11 de diciembre, para cuando está fijada la próxima reunión de la comisión de seguimiento.

El Gobierno local puso también sobre la mesa otra circunstancia que complica la entrada de los buses de Arteixo y A Laracha al centro y es que, la principal concesionaria del servicio, según fuentes municipales, tiene una deuda de más de 120.000 euros con las arcas municipales, por alquiler de espacios y servicios en la estación de autobuses. El requerimiento de esta cantidad, según indican fuentes municipales, se ha hecho siempre de manera interna, aunque ayer, se informó a la Xunta de este condicionante.

Sobre las cifras analizadas ayer, ambas instituciones se sorprendieron de que, dos semanas después de la puesta en marcha del servicio, no se hubiese incrementado notablemente el número de usuarios que vienen en autobús desde los concellos de la comarca a la ciudad.