Son amigos, pero esta noche se verán las caras como contrincantes. Los cómicos Gari y Víctor Grande, ya un clásico del humor gallego, subirán esta noche a un ring de comedia en el Garufa Club, donde confrontarán su humor satírico a partir de las 22.30 horas. Los artistas, a los que se les pudo ver juntos en shows como Coruña con humor, rivalizarán sobre el escenario con un espectáculo al estilo de las batallas de gallos del rap, en el que las pullas entre intervenciones provocarán más de una carcajada.

La actuación se estructurará en rondas de 15 minutos, en las que los humoristas distribuirán su monólogos en función de la intervención de su rival. "Se trata de contestar con alguna gracia a los temas que trata el otro. Tenemos mucho material, así que jugaremos con el componente de la improvisación" explica Víctor Grande, que asegura que la sala "está empezando ahora a apostar por la comedia".

El local se estrenará en el formato con una doble ración de ingenio de "estilos muy diferentes", con los que se espera reunir al público de ambos artistas. La apuesta de Grande para la ocasión será un humor "blanco" en contraste con el tono "más ácido y negro" de su compañero de escena, que tocará "temas escabrosos pero de forma muy sutil". "Yo llevaré la guitarra y cantaré en tono de humor. Haré alguna cosilla nueva, y también alguna canción coruñesa que siempre pide el público", dice el cómico, mencionando temas como su famoso Bu neno, es lo que hay.

En su discurso, el humorista incluirá partes de los espectáculos con los que gira actualmente, La vida pasa volando y 20 canciones de amor y un poema desesperado. Los shows se mezclarán en su monólogo con temas tan en boga como el procés, "aunque sin saturar", y el consumismo propio de las fechas navideñas, que Gari acompañará de chistes sobre las costumbres, las relaciones y el sexo. "Hablo de lo que me rodea. Tocaré todos los temas, menos la política", afirma.

El tono será satírico, pero sin pretensión de ofender, un malentendido que, dice Grande, se erige hoy como uno de los grandes problemas de la comedia. "La sociedad tiene la piel muy fina. Tengo una cruzada personal contra la gente que se ofende por norma, sin ser capaz de entender que lo que se está haciendo es humor, ficción", se queja el artista, que lamenta que los chistes se saquen de contexto para usarse como "un arma arrojadiza contra los cómicos". Para ello, las redes sociales son el campo de cultivo perfecto. No sucede lo mismo en los shows en directo, donde "la gente ya sabe lo que va a ver". "En los espectáculos de comedia no hay tanto problema, aunque siempre hay algún caso", dice el humorista, cuyo show de esta noche servirá de antesala a una fecha que ya tiene marcada en la agenda: Fin de año.

Y es que el cómico ha recibido el encargo de despedir el 2017 en la plaza de María Pita, donde dará las campanadas. "El Concello pensó, ¿quién de los cómicos estará solo en fin de año? ¿quién no tiene vida? ¡Yo!", bromea Grande, que se declara ilusionado por la oportunidad. "Las campanadas son palabras mayores, ya me están proponiendo que lleve transparencias", dice ente risas.

El cómico amenizará la noche del 31 con "un repaso del año, alguna panxoliña dedicada a A Coruña y la explicación de cómo se toman las uvas, que no puede faltar". La fiesta continuará después de las campanadas con la música de La Suite Band, que interpretará versiones de jazz y blues. "La gente a la que le apetezca no estar en casa y hacer algo distinto este año... ¡Que se venga! Y si se asienta la tradición, mucho mejor. Si la cosa funciona, repetimos en el 2018. Podría venir alguien más para hacerlo a dúo y hacerle la competencia a las campanadas grandes", declara.