- ¿Cómo analizaría en términos económicos la situación de los hogares coruñeses

-La renta media de Galicia en relación con la media española es más baja, ya lo era antes de la crisis. Sin embargo, la tasa de riesgo de pobreza es menor, según el indicador AROPE, que es el utilizado por la Unión Europea para evaluar el riesgo de pobreza.

- ¿El principal problema es la pérdida de poder adquisitivo?

-El poder adquisitivo depende de dos factores: de los ingresos y de los precios, porque se refiere a la capacidad de compra de un determinado ingreso. En los últimos años los precios, en términos generales, se han mantenido, por lo que la pérdida de poder adquisitivo está más relacionada con la disminución en los ingresos. En A Coruña todavía no se ha logrado alcanzar el ingreso medio mensual por hogar de antes del comienzo de la crisis. Desde 2014 está creciendo y es posible que pronto se alcancen las tasas previas a la crisis. Otra cuestión será ver cómo evolucionan los precios, ya que al dinamizarse la economía, tal como indican las previsiones, es de esperar que los precios también aumenten.

- ¿Cómo se explica que bajen los ingresos medios y aumente el número de familias que llega a fin de mes con desahogo?

-La protección social juega un papel importante, en 2016 en Galicia el 30% de los hogares vivían exclusivamente de prestaciones sociales, en A Coruña éste es el porcentaje más bajo (28%) y en Ourense supone más del 40%. Este es un factor importante, así como el autoconsumo, muy típico en Galicia.

- ¿Nos hemos acostumbrado a vivir con menos?

-En épocas de crisis, las familias aprovechan los recursos al máximo. Un ejemplo es lo que se conoce como economía colaborativa, que ha florecido en los últimos años. El problema es que, en ocasiones, las actividades de economía colaborativa podrían encubrir ciertas situaciones de economía sumergida o situaciones laborales precarias. Un ejemplo es que el Tribunal de Justicia europeo ha fallado que Uber es una empresa de transportes y no una simple app y, por otro, la Inspección de Trabajo de Valencia ha considerado que los trabajadores de Deliveroo no deben ser autónomos, sino asalariados.

- ¿Las familias han perdido capacidad de ahorro?

-En la medida en la que los ingresos han disminuido, la capacidad de ahorro también lo hace. Dada la situación de precariedad laboral con la que se sale de la crisis, el pago para cubrir las necesidades de consumo principal apenas deja resquicio para el ahorro, ya que casi la mitad de la población sólo accede a una renta disponible, tras estos gastos, de entre 100 y 400 euros mensuales.

- ¿Será un problema en el futuro, a la hora de la jubilación?

-La capacidad de ahorro, naturalmente, afecta a la jubilación porque permite que se tenga un patrimonio más elevado, para poder echar mano de él como refuerzo o complemento de los ingresos por pensiones. Por otra parte, los problemas de la jubilación, en términos de ingresos económicos, dependen del sistema de pensiones. En este sentido, el crecimiento demográfico es tan importante como la situación en el mercado de trabajo. El envejecimiento de la población gallega no ayuda. De todas formas, estos problemas deben ser analizados en el conjunto de la situación socio-económica porque el bienestar en la jubilación no sólo depende de tener más o menos ingresos económicos, sino de otro tipo de apoyo social.

- ¿Qué porcentaje de ingresos debe dedicarse a vivienda, ahorro y ocio?

-En los cursos de introducción de economía se suele explicar que los ingresos personales se dedican aproximadamente en un 80% al consumo y el 20% al ahorro. Popularmente, está muy extendida la llamada regla del 50-30-20, según la cual la mitad de los gastos corresponderían a necesidades básicas; y el 30%, a cuestiones personales. El 20% restante se destinaría al ahorro. Sin embargo, esta regla es muy variable dependiendo del nivel de ingresos o renta de las familias. Cuanto menores son los ingresos mayores son los porcentajes dedicados a las necesidades básicas, de forma en que, en muchas ocasiones, los ingresos apenas llegan para cubrir este apartado, y el ahorro se resiente, así como los gastos destinados a actividades personales.

- ¿El consumo se resiente?

-El consumo es un motor muy importante de la economía y este depende en gran medida de las rentas más bajas, ya que las rentas muy elevadas tienen niveles de consumo estables, es decir, no aumentarían su consumo aunque aumentasen sus ingresos. En cambio, si aumentan los ingresos de las rentas bajas, el consumo aumentaría y esto dinamizaría la economía, generando crecimiento, nuevos puestos de trabajo y un nuevo ciclo de mayor consumo, con un previsible aumento del bienestar de la sociedad en su conjunto. En resumen, la desigualdad tiene un precio alto, no sólo para los más desfavorecidos, sino para la sociedad en general.