El comportamiento cívico en los autobuses urbanos es requerido por el Gobierno local y por la Compañía de Tranvías a través de campañas y anuncios. La mayoría respeta las normas, pero todavía hay quien las ignora, lo que provoca el rechazo del resto de usuarios del transporte público. Un grupo de jóvenes se subió ayer a uno de los vehículos y no dudaron en ocupar varios asientos y poner los pies en los de delante para el asombro del resto de pasajeros. Uno de ellos les llamó la atención, y a su recriminación se sumaron otros. No les quedó más remedio que sentarse de forma correcta. Igual que el resto.