En la biblioteca de la Diputación hay más de 200.000 ejemplares, entre libros, discos, revistas y partituras. No todos se prestan pero todos pueden ser consultados, incluso, según explica Carmen Ferreiro, una de las técnicas de la entidad, los incunables -libros editados antes de 1501, cuando se popularizó la imprenta-, las joyas que esconde y las que muestra, porque hay ejemplares que no están a la vista.

Es necesario subir al tercer piso, allí donde no llega el ascensor que cogen los usuarios en la planta baja, para ver dónde duermen los libros que no están en las aulas de lectura, los que necesitan unas condiciones especiales de conservación, como una edición de lujo de Poeta en Nueva York, Poeta en Nueva Yorkde Federico García Lorca; un facsímil del cuaderno que tenía Picasso en París, con sus anotaciones de gastos y sus bocetos, y hasta los libros dedicados y cedidos por Emilia Pardo Bazán.

Para celebrar el Día del Libro, la biblioteca enseñó ayer sus tripitas, los engranajes que la hacen funcionar y que dejan al descubierto algunos de sus tesoros, como el libro de oraciones de Felipe II, que es el ejemplar más pequeño que hay en los fondos de la entidad, un cuaderno del tamaño de un llavero, con una funda de plata con una F y una A en las tapas. En las estanterías de la Diputación hay también una edición de lujo de la Constitución Española de 1978, de la que se hicieron 250 ejemplares y que cuenta con 41 grabados originales numerados -y que se usa cada cuatro años para que los elegidos para formar parte del pleno de la institución puedan jurar o prometer su cargo-, también con una edición facsimilar del Códice Calixtino,Códice Calixtino y con una Biblia Kennicott, de la que, hasta donde las técnicas saben, hay muy pocas en la ciudad, entre ellas, la suya, la de la Academia de Belas Artes Academia de Belas Artes y la del exalcalde Francisco Vázquez. Es un libro de especial importancia, ya que es una biblia hebrea redactada en A Coruña en 1476, antes de la expulsión de los judíos de España.

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Día del Libro en la Biblioteca de la Diputación de A Coruña

Y se pueden ver también, en los fondos de la biblioteca, las huellas de la Inquisición, porque un libro de 1522, que habla de la vida de San Agustín y que cuenta con un prólogo de Erasmo de Rotterdam, tiene las páginas cortadas. Los inquisidores consideraban que los contenidos de esta obra no merecían ser recordados y eliminaron los párrafos que no les gustaban.

Pero en esta biblioteca, que el año pasado realizó 46.000 préstamos -26.000 solo de libros de adultos y 8.500 de infantiles- hay mucho más que libros, hay historia de la ciudad, como una piedra litográfica con la que se hizo una de las portadas de una partitura de Canuto Berea y en la que la calle Real aparece todavía con el nombre de Acevedo. Hay también rollos de pianola de principios del siglo XX, datados entre 1900 y 1930, y una gran colección de Quijotes en varios idiomas Quijotesy con ilustraciones de Saura, pero también de escolares, parte de ella, aunque no toda, fue donada por el exministro de Cultura César Antonio Molina y por su mujer, la escritora Mercedes Monmany. César Antonio MolinaMercedes Monmany.

Los usuarios que participaron ayer en la visita guiada a las entrañas de la biblioteca no se quedaron con las ganas de preguntar por el antiguo sistema que mandaba los libros del depósito al mostrador de préstamo, un tubo que aspiraba los pedidos y que soplaba lecturas. "Se estropeó y no había ninguna empresa que lo arreglase", contestó Carmen Ferreiro, sin ocultar que al personal de la biblioteca también le había dado pena sustituir tan singular elemento por un chat interno.

Allí arriba, en el tercer piso, en estanterías que aprovechan los recovecos abuhardillados, están todos los boletines de la provincia, revistas y periódicos que ya no se editan y libros anteriores a 1958 que, por norma, no se prestan porque podrían ser ejemplares únicos.

Dice Carmen Ferreiro que los usuarios que van a la biblioteca son muy lectores de best-sellers aunque los libros clásicos siguen teniendo su público. Sobre la mesa de la sala de estudio, como todos los días, había ayer aspirantes a funcionarios peleándose con los apuntes de la oposición y jubilados repasando la prensa y, algún que otro estudiante conectado a la wifi y con el ojo puesto en el móvil.

El BNG calificó ayer de "escasísima" la programación de la Concejalía de Culturas para celebrar el Día del Libro. Los nacionalistas consideran que el Gobierno local tendría que haber recuperado la Festa do Libro que se realizó desde 2007 a 2011 en la que se liberaban libros en las estaciones y que contaba con presentaciones y firmas de ejemplares, organizada con las librerías de la ciudad.

VISITA GUIADA

Los participantes, ayer, en la visita guiada a los fondos de la Biblioteca de la Diputación Provincial con motivo del Día del Libro pudieron ver los grabados que aparecen en la edición de lujo de la Constitución; el libro 'Los Pazos de Ulloa' de Emilia Pardo Bazán; dos páginas del facsímil de la Biblia Kennicott; o el libro más pequeño de la colección, con su funda de plata. Carmen Ferreiro mostró alguna de las partituras de pianola que hay en el depósito.