Los responsables municipales de Servicios Sociales consideran necesario mantener las ayudas de emergencia social, según destacan en la memoria del departamento, en la que detallan que su concesión complementa la actuación de los técnicos con las familias que reciben asistencia en las unidades de atención social y los centros cívicos. En cuanto a su aplicación, se estima conveniente atender a los solicitantes de las ayudas de un modo ágil para responder a sus necesidades, así como establecer nuevos acuerdos de colaboración con empresas alimentarias para aumentar la oferta de productos que se proporcionan y facilitar su distribución.

También se plantea extender este sistema al comercio textil para permitir la entrega de ropa y calzado a los menores de las familias beneficiarias, así como favorecer la tramitación electrónica de estas ayudas.

En el caso de la renta social, se destaca que en 2016 se denegaron más de la mitad de las solicitudes porque se presentaron sin una valoración de los trabajadores sociales, con documentación incompleta y, en muchos casos, sin reunir los requisitos para su concesión. La corrección de este problema permitió que al año siguiente se concedieran 187 rentas, pero el departamento cree necesario mejorar el tiempo de su tramitación al considerar que es posible, además de aumentar la colaboración con entidades sociales para desarrollar los itinerarios de inserción social de quienes reciben las ayudas, para los que además se propone que se ajusten a las necesidades y potencialidades de las personas a las que van dirigidos.

Servicios Sociales estima además que los propios beneficiarios deben participar en el diseño de esa formación para conseguir que se impliquen más en su realización. También se aconseja realizar nuevas acciones divulgativas para que la renta social sea conocida por todos los posibles destinatarios en el municipio.