"Si no permitimos a un niño ver diez horas la tele, no le debemos dejar cinco de internet"

- ¿Qué recomendaría a los menores antes de usar internet?

-Muchas veces no son conscientes de lo que internet supone. Creen que están en el anonimato y lo que menos tiene internet es ser anónimo. Los chavales se creen que están cubiertos y que no les va a pasar nada. Internet es real, no es anónimo, y lo que hagamos queda ahí y puede tener consecuencias, como de hecho ocurre.

- ¿Qué deben tener en cuenta los padres?

-Hay que concienciarlos. Tienen que saber lo que hay detrás de la red y no asustarse. Tenemos que enseñar a nuestros hijos a ser críticos con la información y todo lo que se ve en la red.

- ¿A qué edad los niños deberían tener acceso a la Red?

-A día de hoy es complicado ponerle una edad porque hay trabajos en los que los niños de Primaria van a tener que acceder a la red. No podemos limitar la edad, lo que sí tenemos que trabajar es en normas y límites. Internet es como cualquiera de las cosas que tenemos en casa. Si no le permitimos a un niño ver diez horas de televisión, no deberíamos permitirle estar cinco horas conectado a internet.

- ¿Cuáles son los principales peligros de internet?

-El ciberacoso, que es la forma avanzada de acosar. Las redes te permiten bajo ese anonimato seguir denigrando y atacando a una persona. Siempre les digo que cuando vayan a decir o escribir algo en internet, que piensen si lo podrían decir cara a cara. Si no, que no lo digan en internet. Después está el sexting, que son fotografías de alto contenido erótico o sexual. El problema no está en enviarle una foto a alguien, sino lo que esa persona haga con esa foto. A través de las redes pierdes el control de esa imagen. Los chavales tampoco son muy conscientes y es algo que puede condicionar mucho tu vida. Después está el grooming, que es una suplantación de identidad, en los casos de menores. Puede haber problemas secundarios como el de las apuestas online, juegos o problemas de adicciones por estar enganchados a las redes.

- ¿Cómo recomienda actuar a los jóvenes víctimas de ese tipo de problemas?

-Lo primero, denunciarlo. Es lo más complicado para un adolescente, cuando tiene que decirle a sus padres que hay un problema porque se descubre el pastel. El primer momento para los padres es de choque, pero siempre van a estar ayudando al adolescente. Hay que denunciarlo y enfrentarse a las consecuencias de haberlo hecho.

- ¿Qué deben hacer los padres?

-Tomárselo con tranquilidad. En ese momento te dan ganas de matarlo, pero pasado ese calentón de padre tienes que dar confianza y estar en el proceso sin victimizar. Sin decir: 'Ya te lo decía yo', sin culpar a nadie. Una vez acabado el proceso, se debe hacer una reflexión y un balance. No podemos estar con miedo, debemos afrontarlo de la mejor forma posible para que el chaval salga de la mejor forma posible. Casi todo tiene solución en la Red.

- ¿Qué pautas deben seguir a la hora de compartir fotografías?

-Siempre les digo que fotografías de contenido sexual no se deben compartir. Tienen que ser conscientes de que todo lo que suban a una red social deja de ser de ellos, pertenece a la red. Yo siempre les digo lo mismo, si eso estás dispuesto a dárselo a cualquiera, súbelo a la red, pero si crees que con esa foto alguien te puede hacer daño o atacarte, no la compartas. Al final es utilizar el sentido común.

- ¿Cómo ha cambiado Internet la forma de socializarse entre los jóvenes?

-Totalmente, hoy la gente se conoce a través de las redes, queda a través de ellas, comparten gustos. Es algo que a los padres nos cuesta entender. Siempre utilizamos la frase de 'cuando yo era joven no se hacía así'. Es cierto, pero los tiempos han cambiado y es una realidad. Es una nueva forma de afrontar la vida. Las redes son parte de nuestra vida. Somos mucho más dependientes de la red que lo éramos hace quince años y tenemos que adaptarnos a ella.

- ¿Qué opina de los padres que comparten la intimidad de sus hijos en redes sociales?

-Soy un poco crítico con ellos. Lo que colguemos en la red va a quedar y ese niño en algún momento será una persona importante y buscará un trabajo e igual esa fotografía en pañales no es la mejor carta de presentación. Debemos de ser más cautos a la hora de compartir fotos en la red. Debemos de pensar si a nosotros nos gustaría que a día de hoy nos viesen en pañales.