Era un gato con dueño y que estaba bien alimentado pero, nadie sabe por qué, se subió a un árbol en la calle Salvador de Madariaga y no se quería bajar de la rama que lo separaba unos seis metros del suelo. El miércoles, los bomberos llevaron una autoescalera para alcanzarlo, pero no lo consiguieron, ya que el felino huyó hacia la parte alta de las copas, pero ayer, se llevaron una pértiga y, finalmente, le dieron caza.