Al margen de las disputas jurídicas o administrativas con la concesionaria de la planta de Nostián, la Concejalía de Medio Ambiente pretende realizar mejoras en la gestión de los residuos de la ciudad y lo hará animando a los vecinos a realizar compostaje casero.

Se trata, explica el Gobierno local, de un tratamiento in situ de materia orgánica que no solo, añade, disminuiría los costes del tratamiento de la basura sino que también reduciría la cantidad de rechazos que registran las instalaciones de Nostián. Las familias que opten por este tipo de actividad tendrán que contar con un compostador, un recipiente, donde irán acumulando sus residuos orgánicos, como restos de fruta, posos de café o cáscaras de huevo. Manteniéndolo húmedo, se puede conseguir un abono ideal para cualquier huerta.

En algunos municipios no solo se promueve la realización de compost en domicilios particulares sino que se instalan lugares específicos donde los vecinos pueden ir a depositar sus residuos orgánicos y, cuando se convierten en fertilizante, se reparte o vende entre ellos. Sobre esta cuestión, la concejalía explica que el que se produce en Nostián no se comercializa sino que se dona a las personas que lo solicitan formalmente.

Con el mismo objetivo de reducir el coste del tratamiento y reducir los rechazos en la planta, el departamento que dirige María García anuncia que desarrollará diversas campañas de comunicación y sensibilización ciudadana para mejorar la separación de los tipos de residuos en los domicilios de los coruñeses e incrementar la recuperación de materiales.

La implicación de la ciudadanía parece ser clave para el Gobierno local para conseguir que la generación de residuos en la ciudad se reduzca o que se puedan reutilizar.