Una dotación de los bomberos liberó sobre las 14.00 horas a un niño de dos años que se había encerrado en el cuarto de baño de su vivienda, situada en la calle Nuestra Señora de la Luz, y no era capaz de salir. El pequeño echó el pestillo de la puerta y no era capaz de retirarlo, por lo que su madre llamó a los bomberos.

Los operarios municipales se desplazaron a toda velocidad ante el riesgo de que el niño sufriera un accidente al encontrarse solo y accedieron al baño a través de una ventana. El menor finalmente se encontraba bien y se mantuvo calmado gracias a que su madre habló de forma continua con él desde el otro lado de la puerta.