Las cuentas del año 2017 que la Compañía de Tranvías presentó en el Registro Mercantil reflejan una caída del 4,5% en sus beneficios, que fueron de 4,3 millones de euros, frente a los 4,5 millones que se contabilizaron en el ejercicio anterior, en el que se logró la cifra más alta de los últimos cinco años. El descenso se produjo a pesar de que la cifra de negocio de la empresa aumentó un 1,06% hasta alcanzar los 24,1 millones y a que el número de viajeros también creció un 0,99% hasta situarse en 21,7 millones y encadenar tres años seguidos de incrementos.

Fuentes de la compañía señalaron que en el transcurso de este año se calcula que la reducción de las ganancias es de unos 600.000 euros y que al final del ejercicio estará en el entorno del millón. Las causas que explicarían esta reducción serían el aumento de los costes de explotación, entre los que se encuentran los combustibles, y la congelación de las tarifas, que se mantienen sin variación desde 2015.

Ese año, el último del mandato del Partido Popular, a solo unos meses de las elecciones municipales se decidió evitar un incremento del precio del billete, aunque para ello los trabajadores de la empresa tuvieron que asumir en sus sueldos los dos céntimos a los que la concesionaria tenía derecho a subir. En 2014, el aumento había sido de tres céntimos hasta alcanzar 1,30 euros, tarifa que sigue vigente porque Marea Atlántica negoció con Tranvías durante los últimos tres años para evitar nuevas subidas.

La nueva cifra de beneficios de la compañía se hace pública solo dos meses después de que la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia se pronunciase acerca del convenio de 1986 mediante el cual presta el servicio de transporte público en la ciudad. Ese organismo coincide con el Gobierno local en que ese acuerdo no se ajusta a la legislación de la Unión Europea, hasta el punto de que es partidario de que se remita a sus instituciones para se compruebe si la compensación que la concesionaria recibe por el bonobús supone una ilegalidad. También considera que el beneficio que tiene Tranvías es excesivo y que además se apoya en unas cláusulas mediante las que se evitan las pérdidas y las tarifas siempre se modifican al alza.

El informe llegaba a calcular que en 2016 la empresa había obtenido un "exceso de beneficio razonable" que situaba entre los 3,7 y los 4,8 millones. Esa cantidad debe referirse a los resultados antes de impuestos, que fueron de 5,9 millones, ya que los netos se quedaron en 4,5 millones. Otro de los reproches de Competencia al convenio es que prevé que Tranvías sea compensada si una modificación en las líneas le resulta desfavorable, mientras que no se establece ninguna medida en sentido contrario si la puesta en marcha de nuevos servicios le genera mayores ingresos.

Este pronunciamiento de la Competencia fue solicitado por el Ejecutivo municipal ante la decisión de Tranvías de recurrir en los tribunales la decisión de dar por concluido en 2016 el contrato para la prestación del servicio, que debería terminar en 2024, al estimar que no cumple la normativa europea.

La compañía acordó con el Gobierno local de Francisco Vázquez en 1986 una regularización de los diferentes contratos de concesión que existían hasta esa fecha y pactó que se mantuviera durante un periodo de 38 años. Los actuales responsables municipales explican su decisión de dar por extinguido ese contrato porque no se adaptó a la legislación europea que en 2009 estableció que las concesiones administrativas adjudicadas sin concurso no podrán tener una duración superior a treinta años.

Según la empresa, ese periodo debe comenzar en 1996, ya que en ese año el contrato original se modificó para incluir la gestión del tranvía turístico, aunque el Concello no admitió ese argumento y las diferencias tendrán que resolverse en los tribunales. Tras dar por terminada la concesión, el Gobierno local aprobó además una prórroga en la prestación del servicio de dos años, que concluirá en este, con el fin de poder convocar un concurso para adjudicar el nuevo contrato.

Tras conocer el informe de Competencia, el Concello anunció que intentaría compensar los beneficios obtenidos por Tranvías con la introducción de ventajas para los usuarios, como la gratuidad de todos los transbordos y de los viajes de los menos de trece años, así como la reducción de la tarifa general en veinte céntimos hasta situarla en 1,10 euros.

El transporte público está además pendiente de que el Concello exponga su plan de remodelación de todas las líneas de autobús, que pretende aplicar un cambio radical en la prestación del servicio. El Gobierno local había anunciado que en abril daría a conocer su propuesta, aunque desde entonces no ha vuelto a fijarse una fecha para su divulgación.