Las fiestas de María Pita terminaron con la tradicional romería de Santa Margarita, pero las celebraciones en A Coruña aún no ha terminado. En algunos barrios como Monte Alto o el Barrio de las Flores todavía queda mucho por festejar. El caso de Monte Alto es especial, ya que el año pasado la asociación de vecinos renunció a organizar las fiestas anuales debido al cambio de financiación por parte del Ayuntamiento. "El formato actual es mucho más complicado, hay que pensar que las asociaciones están compuestas por voluntarios que tienen sus propios trabajos o que son muy mayores, y exigir tanta documentación y tan concreta dificulta mucho nuestro trabajo", explicó ayer la presidenta de la Asociación de Vecinos Raquel Olveira.

En 2017 el Concello estrenó un nuevo modelo para ayudar a sufragar las fiestas de los barrios, de forma que pasó a ser un subvención. El año pasado la organización vecinal no quiso entregar la documentación necesaria porque no se podían hacer cargo de los gastos. "El año pasado no estábamos enterados del nuevo modelo y no hicimos nada, pero este verano las fiestas vuelven al barrio con fuerza, ya que los vecinos de Monte alto siempre tienen ganas de fiesta", comentó Olveira.

Lo que tradicionalmente suscitaba más atención de las celebraciones en el barrio coruñés era la feria de artesanía, que tras el parón no vuelve a Monte Alto. Sin embargo una de las tradiciones como son las merendiñas sí que forman parte del itinerario. El grupo musical más destacado que amenizará los festejos será la banda coruñesa Radio Océano. El deporte también tendrá su sitio en las fiestas con el fútbol gaélico y la liga nacional de billarda. "No sabría que destacar, lo hemos organizado con todo el cariño y espero que sea variado y transversal para que todos los vecinos disfruten", indicó la presidenta de la asociación de vecinos de Monte Alto.

El presupuesto con el que cuentan las organizaciones vecinales por parte del Concello para diseñar las celebraciones es de 10.000 euros, todo lo que se pase de esa cifra será sufragado por la propia asociación. "Después de todos los trámites obtenemos esa cifra, que es alta pero no llega, hemos tenido que complementar esa cantidad con nuestros ingresos", explicó Raquel Olveira.