La ciudad se llenó este fin de semana de bicicletas y maillots, sobre todo, por el centro, donde se disputaba una parte de las pruebas del campeonato de triatlón en sus diferentes modalidades. Uno de los ciclistas que más llamó la atención a turistas y vecinos no estaba en el circuito de la carrera, sino que circulaba horas antes por la acera. ¿Su peculiaridad? Le acompañaba un loro vivo. El animal, desde el hombro del ciclista, veía atento la ciudad. Los peatones, sin embargo, tardaban en darse cuenta de lo que estaba pasando y cuando querían inmortalizar la estampa, el ciclista y el loro ya se habían ido para siempre de su lado.