El acuerdo adoptado el miércoles por el pleno con los votos de PP, PSOE y BNG para exigir la destitución de los concejales Xiao Varela por su gestión en la frustrada compra de los pisos destinados a alquiler social no será aplicado por el alcalde, a pesar de que socialistas y populares reclamaron ayer que lo hiciera, mientras que los segundos también anunciaron que llevarán el caso a los tribunales incluso antes de saber si existen responsabilidades económicas.

Xulio Ferreiro recordó ayer que la competencia para relevar a miembros del Gobierno local no recae en el pleno municipal y consideró además "excesivo" que se les destituya por su papel en esta iniciativa. "Que me demuestren en qué momento uno de esos concejales tomó una decisión contraria a los informes técnicos o para presionar a un funcionario para que hiciese algo en un sentido contrario", declaró el regidor, quien aseguró que al no poder demostrarse eso "hasta el PP cambió de discurso", ya que entiende que evitó hablar en el pleno de la adjudicación o la valoración de las viviendas para centrar sus críticas en que el concurso "no se corrigió a tiempo".

Ferreiro dijo ayer sentirse en este caso como la alcaldesa de Torrelodones, que denunció un supuesto chantaje de un concejal del PP al amenazarla con una investigación del Tribunal de Cuentas pese a que le decía: "Yo sé que tú no robaste, no eres corrupta pero me da igual, tengo que ir igual para adelante".

Los populares acusaron ayer al alcalde de haber "mentido durante meses a todos los coruñeses a sabiendas" y de "cargar toda la culpa sobre los funcionarios", por lo que le tildaron de "cobarde". La iniciativa de denunciar la actuación municipal en los juzgados a escasos meses de las elecciones es similar a la que efectuaron en 2011 con la llamada operación Dedazo, en la que acusaron al Gobierno local de PSOE y BNG de adjudicar contratos de obras de forma irregular, aunque los tribunales acabaron archivándola.

El portavoz socialista, José Manuel García, consideró que el alcalde no debe "desatender" el mandato plenario para destituir a Varela y Lema y le afeó que no saludara al edil del PSOE José Manuel Dapena al término de la sesión, en la que representó a su grupo.