El Gobierno local efectuará en breve el abono del IVA por la adquisición del edificio número 17 de la calle Marqués de Pontejos, situado en la esquina con San Nicolás, que pretende destinar a viviendas para alquiler social y por el que pagó 240.991 euros. La antigua propietaria del inmueble, Inmobiliaria Bandeirantes, presentó un recurso judicial ante la negativa inicial del Concello a pagar el impuesto, ya que ambas partes discrepaban sobre a cuál le correspondía hacerlo a consecuencia de un reciente cambio legal.

La Junta de Gobierno Local aprobará hoy el personamiento de la administración municipal en ese recurso, que posiblemente no siga adelante su tramitación, ya que tras una consulta que se realizó al Ministerio de Hacienda sobre este caso, se determinó que es el Concello el que está obligado a correr con el pago del IVA.

El Ejecutivo municipal cerró la adquisición a finales del año pasado y tenía previsto contar con el proyecto de reforma del inmueble, que se encuentra en estado ruinoso, durante la primera mitad del actual llevar a cabo las obras durante la segunda, aunque por el momento se desconoce cuándo se llevará a cabo esta actuación. La iniciativa incluirá también dos pequeñas parcelas de propiedad municipal anexas en la calle Pontejos que quedaron sin edificar debido a su reducido tamaño al abrirse esta vía en los años cuarenta del siglo pasado, ya que tan solo cuentan con quince metros cuadrados. La agrupación de estas parcelas con la del inmueble permitirá obtener una alineación correcta de la calle y aumentar además la superficie edificable, ya que en la nueva construcción se prevé contar con ocho viviendas que se distribuirán en dos por cada planta. Los pisos serán destinados a personas con dificultades para acceder a una vivienda, que abonarán un alquiler social al Concello.

Problema estético

La reforma de este lugar irá acompañada de la creación en la esquina de un punto para la estancia de los vecinos y dará también solución al problema estético generado por la medianera del edificio, que durante muchos años estuvo ocupada por vallas publicitarias y en la actualidad sirve de marco para grafitis.

La recuperación del inmueble mejorará también el aspecto de este cruce, un punto de la Pescadería con un elevado tránsito peatonal debido a su proximidad al mercado de San Agustín y a su ubicación en el recorrido entre las calles Real y Panaderas, dos de las arterias principales de esta parte de la ciudad.