Una edición lujosa, por entregas y para solo trescientos suscriptores en el siglo XIX. Al coruñés Ramón de la Sagra le costó entonces que se la pagasen pero hoy es un bien editorial codiciado y digno de casa de subastas. Segre y Christie's tienen a disposición de los interesados los trece tomos de la Historia física, política y natural de la isla de Cuba, que le encargaron al coruñés desde la entonces colonia para promover sus valores. La convirtió en toda una joya, trascendente hoy por su valor científico pero también por la belleza de sus láminas de fauna y flora ejecutadas en cobre y retocadas a mano por especialistas franceses. En Christie's tiene un precio de salida de 11.250 libras, que sube a 24.000 en Subastas Segre, que vende también ocho láminas de mamíferos y 15 de pájaros por 1.600. Ocho tomos sueltos se pueden encontrar por 8.000 euros.

La profesora de la UDC y biógrafa del naturalista, Ascensión Cambrón, señala que sería una obra "de mucho interés" para su adquisición por parte de alguna institución pública en Galicia. Es inusual hallarla en venta privada y, menos, al completo. No le parece un precio excesivo para la edición de la que se trata, con esas láminas "preciosas, llenas de luminosidad, de limpieza", facturadas a la moda más lujosa de la época.

El director del Álbum da Ciencia do Consello da Cultura Galega, Xosé A. Fraga, recuerda que la isla caribeña se convirtió en lugar de acogida para algunos científicos que huían del absolutismo en la primera parte del XIX. Es el trasfondo del viaje de De la Sagra (A Coruña 1798-Suiza 1871), científico nacido en el seno de una familia de la burguesía mercantil coruñesa, "muy relacionada con las actividades políticas que se realizaron en el Consulado coruñés, que organizaría buena parte de la oposición al absolutismo de Fernando VII en Galicia", según describe Cambrón en el mismo Álbum da Ciencia. La biblioteca de esta institución coruñesa conserva un ejemplar.

El coruñés se instaló en la isla en 1823 llamado a hacerse cargo de la cátedra de Historia Natural, agregada al jardín botánico de La Habana, del que acabó siendo director. Recoge Cambrón que él mismo cuenta que obtuvo el empleo gracias al apoyo de maestros como el cartógrafo Domingo Fontán, su amigo, y "de algunos patricios cubanos".

Entre las variadas investigaciones que desarrolló en la colonia, recogió numerosos ejemplares de minerales, plantas y animales del país, acompañado por Felipe Poey y Pedro A. Auber. En el Álbum da Ciencia, la profesora relata cómo, a finales de 1835, De la Sagra sale de Cuba para Europa, comisionado por la Intendencia cubana, "a fin de publicar una magna" historia física, política y natural de la isla "en la que habría de mostrarle a los europeos sus atractivos, no solo para el comercio, sino especialmente para recibir a la emigración blanca". Comenzó a publicar esta gran obra fascicular en 1839 y la terminó en 1861. Entre Madrid y París, escribió la primera parte y ejerció después como una especie de "coordinador editorial".

Así lo describe Xosé A. Fraga, que destaca que es una obra "realmente importante" y subraya la "paradoja" de que hoy se venda como un auténtico tesoro de coleccionista cuando, en la época, Ramón de la Sagra tuvo que vérselas y deseárselas para que el gobierno que se la había encargado se la pagara.