"Se van poniendo poco a poco, en breve estará todo el mundo con ella", vaticina José Redondo sobre las matrículas azules traseras que todos los taxistas tendrán que tener instaladas antes del próximo 31 de julio para identificarles frente a otro tipo de vehículos. Este taxista coruñés es uno de los que ya cuentan con esta placa, cuyo colorido destaca frente a las del resto de los automóviles.

Una normativa europea obliga a todos los taxistas a adoptar estas matrículas en el plazo de un año y, según Manuel Quindimil, presidente de Teletaxi, "los cambios se están haciendo bastante rápido, ya que en este momento hay bastantes instaladas". El portavoz de la asociación mayoritaria en A Coruña recuerda que esta iniciativa era una "reivindicación" del sector desde hace tiempo para identificar a los vehículos que desempeñan una labor de servicio público.

Los taxistas pueden optar entre instalar una matrícula azul de chapa, con un coste de unos ocho euros, o de metacrilato, que vale en torno a quince, aunque los vehículos que se incorporan nuevos al servicio ya vienen dotadas con ellas. Los Vehículos de Turismo con Conductor (VTC) tendrán que identificarse por su parte con unas pegatinas en el cristal trasero.

"Lo veo como un paso positivo para el sector", afirma José Redondo sobre las matrículas como la que ya luce su taxi desde hace solo diez días, a la que considera como "un método para identificar el servicio público del taxi y no llevar a errores en aeropuertos y estaciones, así como para que no haya gente por las ciudades haciendo un servicio para el que no está autorizado".

Según su opinión, cuando el próximo verano todos los taxis tengan estas matrículas "Tráfico y las policías locales no tendrán errores" para identificar a estos vehículos. Redondo comenta que los clientes preguntan por curiosidad al ver las matrículas azules y asegura que entre sus compañeros "casi todo el mundo está a favor de ponerlas", ya que, además, su coste no es elevado.

Pero no todos los profesionales del taxi son tan optimistas como este. "Estamos suficientemente identificados", piensa Ricardo Domínguez, quien explica que solo se cambia la matrícula trasera porque la policía, encargada del control de este sector, "siempre viene por detrás y así sabe si ese coche está capacitado para hacer el servicio". Para este taxista, el principal problema del sector en la ciudad "es que no hay nada regulado por el Ayuntamiento sobre días y horas de descanso", lo que afecta a los trabajadores y a la rentabilidad de esta profesión.

"Tengo mis dudas sobre si tiene utilidad o no, pero supongo que las personas que lo han mandado hacer tendrán un objetivo", señala Bonifacio Vilas, para quien la medida "puede ser efectiva en parte, pero intrusismo lo ha habido siempre y supongo que lo seguirá habiendo". Aunque admite que "todas las medidas que se pongan para controlarlo son buenas", no duda en declararse "escéptico" sobre su eficacia para acabar con la competencia desleal.

Para Manuel Domínguez, la nueva matrícula "es una obligación pero seguirá habiendo intrusos", aunque detalla que en A Coruña no hay "porque nos conocemos todos, no es como Madrid o Barcelona", pero que sí se nota la competencia de los VTC.