El Ministerio Fiscal pide seis años de cárcel al hombre que hirió de gravedad con una navaja a su inquilino en un piso de la ronda de Outeiro en enero por un delito de homicidio en grado de tentativa. Según el escrito de conclusiones provisionales, el supuesto agresor, de iniciales E.C.B., que vivía en una vivienda alquilada que subarrendaba a otras personas, asestó varios navajazos, entre ellos uno en el brazo izquierdo y otro en el hemitórax izquierda, a la víctima, de iniciales F.R.R., después de reprocharle: "Tú estás ilegal, me tienes que pagar".

El fiscal apunta en el documento a que ambos mantenían "discrepancias" por la exigencia de este pago. Fue la pareja del agredido, que responde a las iniciales E.V.T.N., que también residía en la vivienda, la que se interpuso entre ambos y le taponó la herida "para evitar consecuencias más graves hasta la llegada de una ambulancia". Cuando la víctima estaba en el suelo, el agresor supuestamente le propinó una patada en la cara y se marchó de la casa. El hombre ingresó en la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del Hospital de A Coruña y su pronóstico fue grave en un primer momento.

Y es que, según el fiscal, la hoja de acero de diez centímetros del arma blanca, le causó la fractura de una parte de una costilla, derrame pleural izquierdo y contusión pulmonar, por lo que tuvo que ser atendido en el hospital dos días y requirió de atención médica tras el alta. En la fecha del escrito, advierte el propio documento, a falta de una prueba sanitaria no está finalizado el informe definitivo con respecto a los daños sufridos.

El acusado, que no tiene antecedentes penales y que está en prisión después de ser detenido por la Policía al volver a su vivienda el mismo día de la agresión, sufre de esquizofrenia paranoide, según el Ministerio Fiscal. Este admite que esta enfermedad "limitaba o dificultaba" su voluntad, pero "no la comprometía gravemente ni la abolía o anulaba". Es por eso que propone que se juzgue por homicidio en grado de tentativa, porque su conducta, dice el escrito, pretendía acabar con la vida del hombre o siendo consciente de que podría hacerlo. Eso sí, el fiscal afirma que concurre, como circunstancia modificativa, la atenuante analógica simple de alteración psíquica.

En la pena, la Fiscalía también pide, además de los seis años de cárcel, que se le prohíba al acusado acercarse a menos de 300 metros y de comunicarse durante una década a la víctima. La indemnización se estipulará, añade el escrito, cuando el médico forense emita el informe definitivo que establezca el alcance de sus heridas.