La suspensión de la obra de las cubiertas del estadio de Riazor será "meramente formal", según explicó ayer el alcalde, Xulio Ferreiro, tras la reunión de la Junta de Gobierno Local que acordó el inicio de la modificación del contrato para incluir la construcción de una pasarela metálica. Ferreiro recordó que esa actuación fue exigida por la Inspección de Trabajo para mejorar la seguridad de los trabajadores que efectúen el mantenimiento de la cubierta y aseguró que su realización no afectará a la conclusión del proyecto en marcha, prevista para los próximos días, por lo que para el próximo partido estará terminado y no será necesario recolocar a ningún espectador.

El Concello ya ha terminado el proyecto para la instalación de la pasarela, presupuestado en 210.000 euros y cuya aprobación está prevista para la próxima semana, de forma que las obras se llevarán a cabo de forma inmediata. Ferreiro destacó que el proyecto de las cubiertas prevé que se pueda caminar sobre ellas para repararlas, mientras que hasta ahora era necesario recurrir a grandes grúas e incluso a los bomberos para hacerlo. Pese a ese diseño, Inspección de Trabajo considera que los operarios deben recorrer la cubierta a través de una pasarela.

El Partido Popular manifestó que con esta modificación la obra "no estará terminada en enero", según manifestó la portavoz municipal, Rosa Gallego, quien estimó que la instalación de la pasarela no comenzará antes de un mes de la aprobación del proyecto. También calificó de "increíble" que Trabajo tuviera que advertir de la necesidad de la pasarela en un proyecto que cuesta 7 millones de euros.