Excelente idea la de programar de vez en cuando combinaciones instrumentales insólitas que interpretan composiciones poco habituales. Si además los músicos son de alta categoría, el acto musical se convierte en un concierto de elevado nivel artístico. Tal fue el caso. Casey Hill y Steve Harriswangler son dos primeros atriles de la Sinfónica de Galicia; uno y otro, miembros fundadores de nuestra OSG. Dos músicos de probada calidad y elementos indispensables en nuestra formación sinfónica. A ellos se unió el pianista Viscoli, amigo y vecino de Casey, ambos naturales de Nuevo Méjico; es un pianista formidable que integra un trío soberbio con sus dos compatriotas. No hay demasiado repertorio para esta singular combinación instrumental; en el concierto, los tres juntos sólo interpretaron dos obras: las Seis Bagatelas, de Norman Weiss, y el Trío de André Previn. Las dos poseen cierta complejidad y oscilan, en cuanto a ritmo y armonía, entre lo tradicional y lo moderno, con leves pinceladas de jazz. Personalmente, estimo más la partitura de Previn; y, a tenor de sus manifestaciones, el público también. El invierno pasado, para oboe y piano, de Barlow es una hermosa pieza, con ciertos matices impresionistas. También resulta grata la amable Balada y Vals, de Frankenpohl, para fagot y piano. Y, en fin, el Divertimento para oboe y fagot, de Douglas posee un notable interés. A pesar de lo desconocido del repertorio, el público manifestó su agrado y el alto reconocimiento que le merecieron los intérpretes con reiteradas ovaciones.