El operativo policial de ayer es el de mayor alcance vinculado al tráfico de sustancias estupefacientes en lo que va de año en la ciudad, después del llevado a cabo por la Policía Nacional el pasado 21 de junio a primera hora de la mañana en la calle Orillamar. Aquel día hasta un centenar de agentes detuvieron a 23 vecinos de la zona por traficar con droga y los efectivos policiales se incautaron de cocaína, heroína, hachís y marihuana, así como de armas, dinero y documentación tras registrar una docena de viviendas. La macrooperación, que contó con perros de rastreo y un helicóptero desde las cinco de la mañana hasta las cuatro de la tarde, se había puesto en marcha a raíz de las denuncias de vecinos que habían sido testigos de trapicheos en el barrio a plena luz del día y sin disimulo desde hacía meses. Parte de los detenidos siguen en prisión, pero otros fueron puestos en libertad, y la Policía Nacional detuvo por segunda vez en septiembre a una de las personas que había arrestado en junio en una vivienda de la calle Santo Tomás, donde continuaba traficando.