El primer año de funcionamiento de las paradas urbanas del transporte metropolitano, que se cumplió el pasado 6 de noviembre, se cerró con un aumento del 10% en el número de pasajeros que utilizan las líneas que acceden al centro de la ciudad. Así lo aseguró la conselleira de Infraestruturas e Mobilidade, Ethel Vázquez, quien lo mencionó como un logro del plan puesto en marcha por su departamento para favorecer el transporte público en la comarca de A Coruña, del que dijo que para conseguir aplicarlo hubo que "luchar contra viento y marea".

Vázquez se refería así a las reticencias expresadas por el Concello a esta iniciativa por el temor a que una entrada masiva de autobuses afectara al tráfico. Eso hizo que el Gobierno local exigiera a la Xunta la realización de estudios sobre el impacto de estos vehículos en la circulación, así como que la implantación del plan de acceso de las líneas se efectuara de forma escalonada para analizar su repercusión.

La puesta en marcha del plan hizo necesaria la construcción por Infraestruturas de nuevas paradas en Entrejardines y Costa da Palloza, mientras que el Concello amplió las existentes en Cuatro Caminos y plaza de Ourense. El primero de esos lugares fue el que inauguró el nuevo sistema el 6 de noviembre de 2017 con la llegada de 12 líneas procedentes de la zona de As Mariñas que son las que concentran la mayor demanda de transporte en el área metropolitana.

En los meses siguientes se sucedieron nuevas fases de la implantación del plan, entre las que la más destacada fue la entrada en servicio el 26 de febrero de este año de la parada de la plaza de Pontevedra, a la que llegan los buses procedentes de Arteixo, A Laracha y Carballo. Una parte de esas líneas prolongan su recorrido hasta Entrejardines, de acuerdo con el diseño que había realizado la Xunta. Pero una vez que el plan había sido aprobado de forma definitiva, la empresa Arriva adquirió la concesión que tenía en esa zona de la provincia Autocares Vázquez, que no había presentado alegaciones al itinerario urbano de sus autobuses.

Una vez que Arriva tuvo conocimiento de los lugares a los que llegarían sus líneas solicitó que sus vehículos dejen de pasar por Entrejardines y se dirijan directamente a la estación de autobuses con el fin de evitar confusiones a los usuarios y reducir el tiempo del viaje. La Consellería de Infraestruturas aceptó la petición de la compañía, pero el Concello rechazó hacerlo al entender que supondría una modificación del plan que exigiría una tramitación administrativa para evitar que otra empresa del sector la impugnara.