La Asociación de Violonchelistas de Galicia, Soncello, reúne a más de cien amantes del instrumento de arco en toda la comunidad autónoma. El pasado jueves se ofreció el II Maratón, que dura más de tres horas, durante el cual once intérpretes, con la colaboración de un violinista y dos pianistas, tocaron obras de once compositores. El concierto comenzó con obras de compositores barrocos (Frescobaldi, Boismortier, F. Geminiani y B. Marcello) que interpretaron, alternando a dúo, Fernando Santiago, Saúl Nogareda y Leonor Sá. A continuación Carolina Landriscini y el pianista Javier López realizaron sendas magníficas lecturas de la Sonata opus 4, de Kodaly, y de la Sonata para violín y piano (en transcripción), de César Franck; la versión de esta obra, de gran dificultad y belleza, fue acogida con gran entusiasmo por el público. Millán Abeledo, junto con la violinista Blanca Fernández, realizó una espléndida versión de la Sonata para violonchelo y piano, de Ravel, obra nada fácil ni de interpretar ni de escuchar; pero lo que encantó a los oyentes fue el juvenil Trío para violín, violonchelo y piano, de Debussy, obra que se daba por perdida, pero que al fin se encontró hace apenas treinta años; Blanca Fernández (violín), Millán Abeledo (violonchelo) y Elisa Martín (piano) se encargaron de poner en pie esta preciosa partitura, a la que cierta crítica ha restado injustamente todo mérito, aunque es verdad que se reconocería en ella con dificultad la mano de su autor. Y, en fin, el conjunto de ocho violonchelos (Thomas Piel, Millán Abeledo, Carolina Landriscini, Carmen Tubío, Criptana Angulo, Emma Urango, Milagros García e Isabel Figueroa) tuvieron a su cargo tres notables obras: Dos piezas caballerescas, de J. Rodrigo; Cantiga Nocturna, de Fernando Buide; y una notable transcripción del intermedio de Goyescas, de Granados.