El Concello reabrió ayer la perrera municipal y ha vuelto a activar el programa de adopción de animales tras confirmar que no hubo brote de leptospirosis. La muerte de un perro por esta enfermedad bacteriana en noviembre provocó la decisión del Gobierno local de cerrar la instalación y someter a tratamiento a los canes de la misma camada y a otros que habían estado cerca del fallecido. También a las personas que habían estado en contacto con el animal se les recomendó vigilar los posibles síntomas del virus.

Después de obtener los resultados de los análisis, la Concejalía de Medio Ambiente descartó a finales de la pasada semana que existiera un brote de leptospirosis y anunció que en estos días se reabriría el Centro de Acogida de mascotas de Bens y su programa de adopción, tras mantener a los animales en el período de cuarenta recomendado por las autoridades sanitarias.