La concesión de la planta de Nostián finaliza el 1 de enero de 2020 por lo que el Concello tiene un año por delante, con unas elecciones por el medio, para adjudicar la gestión de las instalaciones antes del final del contrato. Prevén que se abra el concurso entre febrero y marzo del próximo año. Optan así por proseguir con una gestión indirecta de la planta, que se adjudicará a una firma que tendrá que invertir, explicaron ayer el alcalde y la concejala de Medio Ambiente, 42 millones de euros para adaptar la planta a las exigencias de reciclaje impuestas por la Unión Europea para 2035. Según lo esbozado en rueda de prensa, la concesionaria que sustituya a Albada estará al frente del complejo de tratamiento de basuras 15 años.

Con la nueva adjudicación se cierra una etapa que comenzó en 1997 con la adjudicación por parte del Gobierno vazquista a la UTE Albada formada por Tecmed (Urbaser), ACS y Babcock Communal bajo. Se encargó de la construcción de las instalaciones a cambio de la gestión durante 20 años. Las obras, necesarias para levantar una planta con las características que Albada ofreció en su oferta, estaban presupuestadas en 52,2 millones pero que requirieron una inversión adicional de 25,96 millones por su mal funcionamiento, algo que arrastraría durante las dos décadas de concesión, con datos de recuperación por debajo de los ofrecidos y los juzgados como escenario habitual de su relación con el Concello en los últimos años.

El alcalde, Xulio Ferreiro, y la responsable de Medio Ambiente, María García, manifestaron que es el momento de invertir para alcanzar lo que marca la Unión Europea para 2035 y realizaron una defensa del modelo del área metropolitana, al que consideraron un "referente en el Estado" por los datos de reciclaje, ingresos por recuperación de envases y producción de energía.

Su previsión es que la primera semana de enero se someta a exposición pública el anteproyecto de las obras que irán incluidas en el contrato, para que los interesados realicen aportaciones, y que, entre febrero y marzo, se liciten los trabajos y la concesión por 15 años. Tal y como había demandado los concellos del entorno como usuarios de la planta, estos participarán en la licitación a través de un convenio de contratación conjunta, que tendrá una mesa de seguimiento.

Sin sellado del vertedero

Informaron del destino de la mitad de esos 42 millones de euros previstos para la planta. Una serie de obras estarán destinadas a la fracción inorgánica y otra a la orgánica y la generación de compost, avanzó la concejala de Medio Ambiente. En el primero de los casos, se proyecta una inversión de 10 millones de euros en dos líneas de tratamiento de diferentes equipos de inorgánico, "que pretende incrementar notablemente la recuperación de envases y materiales". En cuanto a la fracción orgánica, el anteproyecto, que aún no se ha hecho público, incluye 4,2 millones en tecnologías de separación de impurezas, así como 6,3 millones para túneles de compostaje diferenciados por la calidad del residuo. Se trata de unas "rutas diferenciadas" para los residuos orgánicos según la presencia de impurezas, ilustró García, que aseguró que el contrato se ajusta a las estipulaciones del nuevo contrato de la recogida de basuras, que está en fase de evaluación.

El sellado de los vasos colmatados en 2003, poco después de su apertura, sigue pendiente a pesar de que tiene autorización de la Xunta desde 2010. El Gobierno gallego ha sancionado este año a Albada por ello. García indicó que los jueces avalan que es la empresa la que tiene que ejecutar la obra. Albada defiende que ha solicitado "numerosas veces" al Concello que aprobase un proyecto sin obtener respuesta. El Gobierno local ha replicado que no es necesario y que la UTE pretende que sea el Concello el que se haga cargo del cierre del vertedero.