La tradicional celebración de Fin de Año transcurrió sin incidentes destacables en la ciudad y el área metropolitana. Los servicios sanitarios atendieron intoxicaciones etílicas, pero no tuvieron que hacer frente a ningún otro problema de salud grave, según informaron ayer fuentes hospitalarias. En cuanto a la convivencia durante la juerga, se registraron algunas riñas y los robos de teléfonos móviles habituales en estas fechas, pero nada de relevancia, según la información facilitada por fuentes de la Policía Nacional. Los Bomberos no tuvieron que realizar ninguna intervención destacable en la noche del cambio de año, que se limitó por tanto a las típicas escenas como la vuelta a casa de jóvenes descalzas, hartas de los tacones; y en Betanzos, algunas con zapatillas compradas en la feria, donde algunos jóvenes realizaron la clásica visita al mercado de ganado.