La Audiencia Provincial de A Coruña juzga la próxima semana a un hombre que asestó 57 puñaladas a otro en una carretera de Carballo por una disputa relacionada con las drogas. La Fiscalía pide 20 años de prisión por un delito de asesinato y dos años y seis meses por tenencia ilícita de armas.

Acusado y víctima se conocían "por ser ambos toxicómanos", según el escrito de la Fiscalía Provincial, que describe el suceso ocurrido en diciembre de 2017. El 5 de aquel mes, tres días antes de los hechos juzgados, habían ido juntos a Ferrol a comprar droga. La víctima se encargó de llevar en su coche al acusado a cambio de que este le diese parte de las sustancias adquiridas.

A lo largo del día 8, el conductor envió numerosos mensajes de texto "con intención de que volviesen a verse y que este le diese una mayor cantidad de droga de la comprada tres días antes". "Nada conforme con lo que pretendía aquel", describe el Ministerio público del hombre juzgado, "sintió la necesidad de darle un escarmiento". Así, quedaron en verse en un bar de Carballo.

Después de un rato, abandonaron el lugar juntos en el Citroën C2 en el que había llegado la víctima. "Le indicó que condujese hacia un lugar poco transitado, cansado de la insistencia y de las continuas demandas de droga que le hacía su acompañante", relata el fiscal. Llevaba un cuchillo y una pistola, "aceptando el resultado que tal acción pudiera producir, cualquiera que fuese, en especial las claras posibilidades de quitarle la vida".

A la altura de la avenida Abetos de Carballo pararon el vehículo en un lateral de la carretera y comenzaron a discutir y a forcejear. Ambos se bajaron del automóvil y el acusado, "haciendo uso del cuchillo que portaba escondido entre sus ropas y, con ánimo de atentar contra la vida o al menos representándose la alta probabilidad de causar la muerte", comenzó a apuñalarlo de forma reiterada en diversas partes del cuerpo. La víctima, prosigue el fiscal, intentó escapar sin conseguirlo. Varias de las cuchilladas fueron asestadas cuando ya yacía en el suelo.

El informe forense detectó hasta 57 heridas por arma blanca e identificó como mortal una causada en el cuello que seccionó las carótidas, causando el fallecimiento el hombre a causa de un shock hipovolémico. Según figura en el escrito de acusación, fueron 19 cuchilladas en el tórax frontal, dos en el hombro izquierdo, dos en el brazo izquierdo, cuatro en la mano izquierda, tres en la mano derecha, tres en la cabeza, ocho en rostro y cuello y trece en regiones superiores posteriores.

El acusado se dio a la fuga en el coche del fallecido pero, cuando llevaba circulando 850 metros, se salió de la calzada e invadió una finca. Allí la Guardia Civil encontró, entre los matorrales, un cuchillo de cocina de unos 19 centímetros de hoja. El Ministerio fiscal añade que, entre sus ropas, también llevaba escondida una pistola semiautomática en buen estado. Fue detenido tres días después.

El escrito de calificación añade que el acusado no tenía alteradas sus facultades intelectivas o volitivas, "siendo plenamente consciente de lo que hacía". La Fiscalía pide que le sea impuesta una pena de 20 años por delito de asesinato y dos años y seis meses por tenencia ilícita de ambas. Asimismo, demanda que abone indemnizaciones a la pareja del fallecido (120.000 euros) y a su hijo menor (90.000).